AÑOS
nción los grupos de mujeres jóvenes semidesnudas ocupadas en toda clase de labores. Así mismo, se fijó en las altas murallas rodeando gran parte del lugar, en las edificaciones de piedra de un solo piso, en un sinnúmero de postes de los que colgaban cadenas, y en algunas tenebrosas cruces y cepos de castigo. <>. No pasaron más de cinco minutos antes de ver sus pies desnudos sumergidos en una piscina de lodo, su hermana gemela parada a escasos centímetros de distancia. <>, había dicho el hombre antes de verse a sí misa y a Valentina rodando y luchando entre el lodo, haciendo uso de toda su fuerza para librar a la niña convertida en su contrincante, de aquel traje invadido por la suciedad y el barro. Jamás creyó ser capaz de tratarla de aquella manera; siempre la había visto como un reflejo de su propio ser, hacia quien no podría sentir más que amor y comprensión. Pero a sus escasos doce años ya había escuchado hablar sobre la crueldad de los dorianos, ampliamente temida y conocida por todos los habitantes de los estados vecinos, siendo lo último entre sus deseos el llegar a ser objeto de sus crueles castigos. Pero la fuerza y la habilidad de Valentina fueron superiores a los suyos y escasos minutos después se vio a sí misma vistiendo únicamente sus pequeños calzones, su vestido hecho trizas tirado a un lado de la pileta, su cuerpo, su cara y su cabello totalmente cubiertos de lodo, su hermana llevando encima lo poco que quedaba de su, hasta hace p
al la había salvado de morir de frio. El estricto reglamento solo permitía el uso del raído calzón, siendo muy pocas las partes de su cuerpo cubiertas por este. No importaba a sus captores el verla crecida
Fin del capítulo