La fuerza de un enamorado
ba verla en el primer día de clases. No paraba de ver de un lado a otro, en busca de una pista de donde se podría encontr
casi era la hora de la ceremonia de inauguración, por lo que fue a formarse. Ya sin ninguna esperanza de poder verla, ya que se había terminado la ceremonia y inauguración y el primer día de clases, Lui suspiro y pensó - no puede ser, pensé que podría hablar con ella esta vez. Pero creo que ya no podré hacerlo nunca otra vez. De seguro debió de haberse tra
le restaba por resolver era cómo le preguntaría sin que se diera cuenta. Lui pensaba - ¿Cómo podría decirlo?. Que tal un si intento hablar sobre todos los de la clase, hasta llegar a preguntar sobre ella. Pero, ¿qué tal si sospecha de que de repente empi
graba distraerse un momento y dejó de pensar en ella. Para Lui era muy relajante hacer esto, ya que le ayudaba a distraerse pero, mientras mientras dibujaba en su separador, el cual le había hecho la forma de un triangulo, de pronto desdoblo
. Entró a la clase y, mientras se sentaba en su lugar, de pronto sintió un extraño sentimiento, miró inmediatamente hacia el otro lado y, con una gran alegría, vio
por lo que pensó en jugar también. Justo en ese momento llegó Neftali, quien le dijo que si quería jugar con ellos. Luis había rechazado anteriormente jugar fútbol con ello
ntía triste mientras pensaba - será que se habrá aburrido de ver a alguien como yo intentando conseguir la pelota. De verdad ¿soy un completo fracaso?. No, no me puedo rendir, debo de lograr que sepa que existo. De be de haber algo con lo que pueda llamar su atención -. Mientras Lui pensaba en que, se le olvidó por un instante que estaban jugando fútbol y, mientras se encontraba completa
, como estaba viendo a los otros niños jugando. Pero, el problema que tenía en ese momento, no era sólo el hecho de no poder jugar sino también era el cómo hacer que lo viera. Lui, al
importaba mucho el que ella no lo mirara para nada. Pero aunque no funcionó, había logrado comenzar a poder compartir con sus
imposible el no poder intentar verla por un instante. Su mirada siempre se dirigía hacia ella. Incluso, aunque no se encontraba en ciertos momentos en la cl
do ya a su casa, se recostó en la cama, mientras comenzó a pensar - ¿por qué no se da cuenta de mí?, será que no logro ser sobresaliente o no soy lo suficientemente bueno como para llamar
o como ella. Si el tratar de ser un deportista no le dejaría llamar su atención, tal vez, siendo como ella de impresio
ejor en todo. Esto le causaba que dedicará menos tiempo al poder divertirse. Ya no quería que lo tratarán como niño, por lo que comenzó a tra
e hacía difícil el tener que explicar cada uno de los temas que le daban. No era tan difícil el tratar de r
abras en la boca. Pero, con forme seguía pasando el tiempos, comenzó a darse cuenta de que no sabía en realidad nada sobre ella. Como era posible de que los demás
, ellos comenzaron a preguntar sobre quién era de qué le gustaba cada uno. Lui, para que no se dieran cuenta que le gustaba Elva, dijo que le ll
muy reservada y no tenía muchas amigas. Inclusive averiguo que sólo se juntaba con dos compañeras y de ahí no hablaba con los demás. Aunque parecía muy interactiva en los grupos que se hacían y er
ó un poco y, aprovechando que estaba cerca de su escritorio, pasó casi frente a ella y, mientras sentía su corazón palpitar con fuerza y muy rápido, comenzaba a s
cuchado todas aquello sobre ella y con la falta de confianza para poder hacer más, era lo único que podía hacer. Lui, sintiendo el rechazo y volar únicamente entre el aire, de pronto todo cambio en un insta
e pensaba era que nadie trataba de entender la un poco. Y así fue como se volvió una costumbre el saludarla de esa manera. Él siempre la saludaba cuando entraba o al llegar, aunque se podría decir que sólo a ella le saludaba y a los demás no de esa manera. Cada día él