Secretos de la maldición. Green Forest
de aquel camino y a unos árboles pasaban por su lado. La oscuridad era interrumpida por las pequeñas luces de las l
moso el
uella fuente. Hermosa, grande, resplandeciente. Una mujer sostení
ste! -exc
quisiera salir de su pecho. Ella se llevó las manos
an en silencio. La vio y la sintió acer
a se giró vio un hombre alto, muy alto de ojos negros. Su piel se veía blanca
embelesad
dijo ella con voz tembl
acercó a ella y l
elo-dijo el hombre de vo
la presencia de aquel hombre. Su mirada la cal
risita nerviosa- es de noche y la
la diosa Luna te trajo hasta aquí- su
ella humedeció sus labios que l
sintió miedo, al contrario, sintió un calor
char-dijo excitada- mi m
a de aquellos labios. Labios que se encuent
duro cuerpo que estaba ta
jo de estar en su cuerpo solo sintió l
las piernas para que él s
erraba su carne dentro de ella- solo mía, la
omo lo hacía. Parecía que la iba a romper, pero ella soportaba con deleite aquellos movimientos brusc
mió llena
a su hombro y ese extraño movi
cada vez más fuerte y potente. Ella sentía como las piedrecita
jaban sus senos y los chup
tiempo lo mordía con
el orgasmo. Ella había tenido amantes, pero ninguno como este hombre. No era que su masculini
izo presente. Él saco sus filosos colmillos y
idos. Un corrientazo le recorrió el cuerpo y
renesí, pero sus sentidos se n
argó dentro de el
cuando ya no estaba
terior solo aull
oria. – No la quiero perder. Llevamos muchos
permitió llevarla hasta la habitación. Luego se transformó en humano y acomo
solo fue un sueño
l lobo- llévatela a la man
rmirá por muchas horas y al despertar se senti
ll
de cabeza- le grito a su lobo a través del link- no quiero que
se echó
ana y dejo atrás a la muj
ficina y se sent
kas- murmuro- no
follártela- le replic
n el hospedaje que las mujeres le informo que ellas viajan a primera hora a Norte América eso lo
í lo tomo, pero nunca imagi
ébil, y moriría en unos pocos meses, pero si la traía con
sus ojos rojos brill
ía! - gruño