Lazos de nuestro destino
l viento travieso se coló por la habitación llegando
y abrió los ojos, el despertador marcaba las 8:55am. El ruido de la regadera del cuarto provocó que se levantará rá
na- enumeró, cuidando de que todo estuviese listo, Luego corrió a la cocin
oco de peso pero su cintura aún mantenía su forma, era una agente de comercio y relaciones externas y abogada. Se había retirado hace 5 años, cuando su carrera
o, al igual que la energía y la sonrisa de Cklear al ver que el h
reguntó preocupada, mientras ponía las
de alto, cabello café obscuro de lado corte moderno, piel blanca, de buen cuerpo pero algo delgado, ojos cafés obscuros y un abogado exitoso en ciudad H,
ir mejor- se excusó Cklear con timidez -Ven aquí
aste, no es así?... Hoy llegará el señor Thomas Thousen, desayunaremos con él..
ta pero en cuanto Charles lo vio dijo -No Cklear, ¿Quieres que todos se burlen de mi?... Ve adentro
o a Charles pero el hombre se estiro
más, la soledad inundaba su casa tan temprano en la mañana, el silencio era abrumador, sus ojos
la cocina, la cortina se meció, algunas plantitas también y el aro
afé al fregadero. –"Tal vez... hoy deba salir de casa"- pensó para si misma, s
música y bailando descalza fue hasta su habitación, sin perd
do su cabeza y otra más en su cuerpo, se paró frente a s
-A quién quiero engañar... ¿Por qué debería salir?
n... sus compañeras desde hace tres años cuando su martirio comenzó, se estiró pa
de casa, no es una buena idea... ¡quiero quedarme!- pataleo
ero que me pongo? ¿Soy una señora, debo lucir como tal? ... No tengo que ponerme... no me gusta... es muy escotado... demasiado deportivo..
o?"- pensó, su estómago rugió por el hambre -Si tan sólo no ubier
o que se colaba, Cklear suspiró nuevame
tras que la blusa era de gasa, manga larga con aberturas en los brazos y un cuello coqueto de holanes l
la verdad es que se le dificultó bastante abrirlo, hacia tanto que no se maquillaba y optó por un maquillaje ligero, dado q
o, un espejo, sus llaves y sus tarjetas. Tarjetas que contení
ran personas habrían aplaudido la actitud de Cklear, pero que bueno que no lo eran, pues se habrían decepcionado de la misma forma cuand
burlaran de mí... ¡No!, No debo salir de casa...- los ojos de Cklear comenzaron a formar
pero sólo era un mensaje del pronóstico del clima. "Día parcialmente nublado
de tomar la perilla de la puerta -Si no lo hago ahora... viviré encerrada par
frente a su casa la hicieron sonreír, la nube pasajera dejo
residencial, no era de primera clase y ella no tenía problema con eso, esa ca
ó la mano y
levo?- pregunt
cordó un restaurante donde solía ir a desayunar
e ya no había ningún restaurante, ahora era u
gar, decidió caminar por el parque con la esperanza de encontrar u
randes y frondosos, el otoño apenas llegaba a las hojas pintándolas de
ido mi culpa, por favor perdóname
ca, quien llevaba un man
abras en la gorra –
s un bizcocho relleno de zarzamora, pero debes apresurarte se agotan muy rápido y
-Gracias, pero
ana más, puedes visitarnos cualquier día- agregó y sigu
ué esta extraña sensación?, Es cómo si... si esto fuera un sueño
robemos el bizcocho de zarzamoras"- Cklear
istales estaban muy limpios y trasparentes, había una fila esp
rca de un ventanal, así que entró directo a
el menú... ¿desea ordenar algún café en especial? Para que se
aría un capuchino late... ha y me dijeron q
uida se lo traigo. Ten
nterrumpió Ckl
lo traeré- el
decidía, creyó que era mejor esperar al mesero para que
la hacían lucir hermosa, luego paso otra chica de estilo más roquero, su cabello negro la hacia lucir
eír... las mujeres como yo, no deben salir de casa" – Cklear
el pan -aquí tiene- dijo po
Puedes poner eso para llevar?- dijo ner
, la mujer frente a ella volteó y la miró de arriba abajo, pagó y se fue; pero a Cklear
bio, que portaba el uniforme de la primera chica, sin querer m
ajero y caminó rápidamente hacia la puerta antes de llegar a
i es golpeada por la puerta, aunque ella estaba
o ir a casa... me veo mal. Me veo ma
¿Cklear Gu?... O
nsamientos, Cklear levantó la mirada, se halló en los brazos
on gran felicidad, sus profundos ojos negros la h
onil del hombre la
tó rápidamente de los brazos
n?- insisti
e ella la pusieron más nerviosa y sali
?- Preguntó
la- dijo el mi
ella dejó
hombre tomó la bolsa y s
staba de pie frente al café, no sabía