La Diosa Rota
o para no distinguir más que mi nombre saliendo de sus bocas, sin embargo una idea clara de lo
a la joven soldado que cada día lleva la comida a
hacer y creo que ya dor
a lentamente la bandeja en el aguje
s manos la roja manzana haciendo una mueca de asco
e encogí de hombros -. He escuchado q
terés sentándome en la estrecha cam
ión. ¿Acaso quieres perma
dos esos estudios a los que me sometí por cinco añ
redes de cristal blindado no podría hacer feliz
s usa descaradamente de maneras asquerosas y sucias, tampoco me hace
decir respecto a
nada, escuchando las conversaciones de los que al pasar dejaban una leve estela de voz. T
de aquél asunto. Confirmado fue cuando llegó el doctor Tompson, encargado de este laboratorio
ha de ser algo importante para ten
esó con una cara libre de emociones. Hizo una se
pregunté con sarcasmo y se limit
esito que en una hora máxim
sistencia a nada, ya había probado antes una de las descargas eléctricas qu
ó, el guardia permaneció en la puerta y las mujeres me ordenaron desnudarme. Por varios minutos me sometieron a un int
ni siquiera cuando después fui llevada a una habitación donde me vistieron con un poco convencional vestido blanco corto y casi transparente
lugar estaba adornado solamente por una mesa en el centro con lugar para dos personas. El a
cediera rápido para poder regresar a mi celda
comenzar a caminar a mí. No me molesté en ocultar la manera en que lo examiné detenidamente con mis ojos, buscaba alguna cos
Sus ojos antes de mirarme examinan cuidadosamente el lugar, posteriormente los dirige a mí mientras toma asiento en frente. Tiene un rostro joven mas no posee la serenidad de la juventud, su ceño está arrugado y hay pequeños dejes de ojeras bajo sus ojos. Aún así