Esposa del CEO 2

era palpable

s miradas delatoras que acostumbraba a hacer mientras bebía una taza de té, toda el aura de Erick gritaba que

Gael, cuyo trabajo corría más que peligro — Me estás diciendo que Anastasia sigue en la sesión d

intió,

le ponerle hora fija, es como cuando una escena

ratacó Erick, cruzándose de brazos con impaciencia. — Gael — Lo lla

nto se sint

er la calma Gael tenía otro truco bajo la manga, algo que haría que Anastasia le debiera un favor realmente grande. — Todas están adentro en los

ió mientras se lo ponía y no tenemos uno de repuesto ¿Qué deberíamos hacer? Oh, señor Russo. No le vi antes — Ella se giró

acias. E

guió convencer a Erick, con la esperanza de que se fuera pronto, Gael se gi

speraré has

Erick tenía la capacidad de pone

llegaron a un volumen tan alto que apenas podía escuchar sus propios pensamientos. Intentó adaptarse a las luces

re había sido famo

doce en total, cada una lle

más puro y de

lí diferentes miembros de

a a la exhibición de las doce mujeres, de las cuales solamente habían once bailarinas dentro de jaulas, tres de ellas estaban al fondo, dos hac

zadas de manera en que no opacaran la presentación de la d

ban a la bailarina número doce hizo que An

mpieza desde la izquierda — Repitió una vez más los p

a del establecimiento, todas ellas podrían atenderla, pero dependiendo de cuál fuera su elección sería aceptada o re

, aquel tipo de lugares le ponían los nervios de punta, sobretodo por ser la única persona lo suficientemente tonta como para entrar a la gu

omento en que atrapó el sostén de la bailarina... Junto con su tanga,

eninas a sus espaldas. — Puedes qu

os querría ella

lavar. Pero... Eh, adiós. — Contestó de mala gana. Con el corazón a mi

ra querer regresarse a casa, pero todavía le quedaban poco más de dos horas –El t

El bartender se sorprendió de ver a un

la barra correcta recordó el siguiente pas

amente aquel hombre solo

e Anastasia permaneció inmóvil, entonces continuó — Si

ear la victoria

quería un trago suave...

eso a Lucien. El bartender pareció asentir, pensativo — Al parece

el maestro está di

sia as

ces comenzaban a alterarla de los nervios, tenía el tiempo contado, Gael no aguantaría a Erick por mucho tiempo más, pe

e buscó, pero tenemos otras opciones de mejor calid

recorrió por sus venas fue algo q

uerdo.

sido a

nso hasta un segundo piso, justo por la parte trasera de la zona vip, una alfombra larga que la rodeaba, mientras cruzaban Anastasia logró echar un ojo disimulado a dicha zona, las personas que estaban charla

asia se tensaran, él seguía mirándola fijo, sin desviar la mirada hacia ninguna otra parte. Era como si estuviese ahí solo porque sabía que e

pertando cada mañana, suelen ser muy hostiles hacia las persona

ento, porque cuando volvió a girarse la persona que hasta entonces

que solo los

tenía razón, esta

nta, al finalizar el pasillo se encontró con unas escaleras, hasta ahí la

scaleras, afuera había otro guardia, un poco más grande y rudo que el anterior, ade

o para estar aqu

Hadita, pequeña Ha

jo. — No estamos esperan

o que podía entrar ¿Dónde está él? N

una mala elecc

Una pequeña cosa inútil como tú se atreve

ió con miedo un par de pasos, él estiró su eno

nada sucediera l

en los interrumpió en el momento adecuado — ¿

as a la forma agresiva en que a

or. No creí que

n vernos, ¿Por qué estás ahí parada? Entra rápido. — Esperó un par de segundos a que Anastasia entrara y c

...

e Lucien no

ento nació la semejanza con la oficina de Erick, sin embargo dicha idea quedó abolida

aran esta mesa solo para recibirte — Lucien cont

ió minutos atrás, regresándola al jarrón en medio de la mesa que estaba lleno de e

irme la corriente? — Apoyó los codos sobre la mesa, recargando sus mejillas en las manos mientras la contemplaba — Sea como fuera

traría en detal

espuesta — ¿Tuviste resultados

por supuesto

mejilla de Lucien hasta gotear sobre el m

e limpiarlo — ¿Te

u sonrisa habitual. — Sí, sufrí de un pequeño accidente poc

tira al percatarse de que no había n

la servilleta ensangrentada de lado, r

e otra persona sin que puedas siquiera recordar lo que hiciste. — Lucien le entregó más información al respecto dentro de un sobre que Anastasia abrió c

odré acabar con todo esto si tan solo se descubre

lquier cosa por ti, te lo dije antes. Pero

lo ibas a hacer

solo

ú haces algo por mí yo haré lo que me estás pidiendo... Ademá

que no me has cont

olvió a

decir lo que

ausa durante pocos minutos, inhaló hondo bajo la mirada ate

s lo que

sin excusas para no dejarlo pasar luego de tres horas en las que Anast

tasia? Será mejor

— ¡Ya te dije que estamos demasiado ocupados y que no puedes hac

aquí, será mejor que mi esposa salg

l estaba siendo tomado por el cuello de la camisa a

estaba por haber subido corriendo las escaleras traseras que daban al estudi

stro de Ana le hizo saber que probablemente Gael

creí que tardaría tanto así. — Ella suspiró

que Anastasia lo tomara y se lo llevara le

tórtolos se marcharon, todo su cuerpo estaba temblando y sudando

morir — Murmuró,

taba asimilar toda la información que había recibido, las palabras de Lucien llegaron a su mente de último momento, la c

traigas las ll

onía que las

tada que estaba, no la despertó. Movió sofisticadamente su mano hacia la pulsera que le había regalado, sujetando una de las cuentas con forma de estrella que colgaban de esta, la acarició por un momento, presionando una de las puntas y deslizando el de

mente el usuario se encuentra a: