La Oraca y el sello del mundo.
er con el mayor poder. Todas quieren ser como tú. Eres admirada como odiada. Y todo esperan el mínimo error, para poder c
a tan amplio, que podías dar una caminata de un día en dicho lugar
importa donde estaba. Todas las miraba
nían que pagar, por ser l
había muchos ojos p
¿Ma
incesas,
stás, madre?!
mosas damas! _ salud
s mantener, una postura donde nadie se atrevería a expresar algo al contario. No dábamos motivos, de la críti
yo llevamos un pantalón palazo largo con una blusa, crema. Sí somos, hermosas. Todo nos qu
, no hace poco, era momento d
bía otro anillo, que era muy importante. Y cundo llegará el momento sabremos su uso. Cosa que ami no me gusto. Mi padre hizo lo mismo. Puso en mi cuello. Un h
preguntamos no nos contaron nada. Eso nos dejó muy intrigada, como si mis pa
hibido tomar, o comer de ninguna c
os trajo comida, comim
nube empaño el cielo. Un grisado
mal. Mi tío Mu se mostraba inquieto, el mi padre hablaban de cada segun
comenzó. Y truenos descendía. Si era una tormenta inevitable, no era una simple lluvia. Era el desentrono de mi fam
mbargo. Donde estábamos nadie, podía escucharnos. Ni vernos. No obstante, nosotros sí podíamos observar todo. Lily obs
con unos tipos, s
fue arrastrada en otro punto. Una lluvia de balas, y sangre empezó. Solamente gente caí como gota de la lluvia. Batazr gritaba a mi madre, donde estaba el sello. Y ahora
Batazr les grito a los cuatros vientos lo que él haría. Y que estuvo enamorada de ella desde hace mucho. En el momento que
amos abril la puerta. Vi cómo mi madre fue humillada. Mi corazón, todo mi mundo se derrumbó. M
ba pasando todo, pero mi
an que este momento llegaría. _ él estaba enojado
collar en tu cuello, es la razón de toda esta masacre. Ustedes deben vi
án haya como lo puede aba
omará lo que él quiere! Es solo el anillo y el collar. Aunque él no sabe qué hay dentro. Seg
llos están ahora en ma
n, como podía dejar que
den seguir viviendo. Y yo los ayudaré, l
? Estoy dispuesta a entregar este sello. _ si
egaron, por lo que protegieron con sus vidas, por generaciones. Ahora estás dispuesta a entregarlo. Crees que una vez, le entregas el sello, él te dejara viva. Eres la hija de Marco Delto
íciles al tío Mu. Es momento de tomar nuestras responsabilidades. No lo pedimos esto, pero nos tocó. Soy menor que tú,
No podía calmarme. Fui
ly De
usaba otra identidad. Nos quedamos en este punto remoto. Mi hermana lloraba cada vez, que el nombre de madre salía de su boca. Y juro que haría pagar a batazr, hasta los huesos. Y que le haría lo mismo que él