Rasgando el Tiempo
con una seguridad en mí misma que me sorprendió. El panorama no era muy diferente a cuando salimos de allí. Oteé un rato cual depredadora escogiendo a su
ás pasadas que él. De hecho, una de ellas estaba literalmente desbocada tirada en el sofá de al lado. Intuía que Hayden podría saber dónde estaba Darius: más de una vez me los he encontrado charlando en los pasillos de la academia. Además, el hecho de estar hasta
ayden. ¿
¡Pero si es Sarah, la reina de
pasadísimo. Esto
ontrar a Darius.
que sienta de muerte. Venga Sarah, relájate y ú
dad. Con los brazos en jarra e inclinándome ligeramente
o y no me fío una mierda de vosotros. Canta ahora mismo, o atente a las consecuencias -es evid
e al oír mis amenazas con
ias? ¿Qué consecuencias va a hab
ncluso una agitada Hanna intervino tras
lo más mínimo en las consecuencias. Pero no pasa nada: para algo tengo el poder de rebobinar. Es una suerte porque creo que de haber pasado un par de segundos más, Hayden me hubiera soltado u
guapo. ¿Cómo e
ha venido para divertirse con nosotros! Siéntate
no sin vacilar. Continué sentada bas
Sarah! Te coloca de puta
ayden cuando iba a
use voz aterciopelada- me preguntaba si pod
Tú dime y veré qué
es embarazoso
Estaba actuando como una niña tímida y tontita.
den se arrimó más a mí. Su brazo i
urré a su oído, de forma similar a como hice antes c
sí, su reacción fue infinitamente más ami
portante. Aquí ya tenemos todo lo que necesita
portante, Hayden. M
, le invité a jugar con ellas mientras le miraba fijamente a los ojos y me mordía el labio inferior. Hayden estaba fli
gotitas de sudor resbala
urros que le dediqué a Hayden al oído, a
. Dariusestá en el cua
e más... Dime dónde est
s de forma descarada. En realidad, no era tan desagradable.
ncontrarás en un sótano oculto... Ya sabes lo que querías, Sarah. ¿He sido buen chico? ¿A que
.. Aquí tienes tu
er que su sobeteo. No le di tiempo a reaccionar y rebobiné de inmediato para v
ue necesitábamos ya obtenida, no hablé con Hayd
-me preguntó- ¿
n. Ya sé dónde est
paso veloz. Para ella, todo había ocurrido en un abrir y cerrar de ojos. Literalmente-
cierto, ¿tienes coche?
i vieja camioneta
a! Antes debo hacer
corto que le hacía parecer una versión bastarda de Justin Bieber. Ella se encontraba a lo s
ra p
, apretando los dientes y con la cara roja de ira. Retrocedí unos segundos en el tiempo y
-oí la voz de Hanna siguiéndome por detrás- Estamos juntas
mocionada como yo, tanto del reencuentro como de la intriga de qué ocurrirá a partir de ahora. C