Siempre Te Querré A Mi Lado
mbién irás a
do el agua que tenía en su boca mientras miraba
lema con eso?". Malcolm miró a Enoch con las cejas
alguien como tú, que nunca antes había asistido a fiestas como esa,
yo no estuviera allí", re
ntere? Entonces, ¿cuál es el punto de que asistas a la fi
preguntas, ¿está bien?". A Malcolm no le
gran parecido a su padre, mientras que Malcolm era mestizo porque su madre era latina. Si ambos estuvieran uno al la
y nunca había presentado en los medios, nadie
uiere asistir a la fiesta?', s
ucho que vayas tú solo, ¿verdad, Malcolm?". Cuando
mó una servilleta y se secó la boca antes de apoyarse
a videoconferencia a la que debo asistir pronto". Eno
por sus asuntos personales. Después de todo, si lo hacía molestar, lo trasladarían al extranjero para iniciar un nuevo m
ar de comer rápidamente para regresar a su trabajo, ya que si
e voy a la empresa. Te veré en la noc
s en la fiesta de esta noche,
en sus ojos. Tenía más curiosidad por saber cómo reaccionar
mucho tiempo. No voy a permi
Z Me
aquete en sus manos. "Lucia, este paquete v
ndo y le quitó el paquete mien
o con el ceño fruncido. Apenas se sentó en su asiento, Lloyd se acercó a ella y le d
ra algo justificable, ya que era imposible que una pequeña empresa como
ar una siesta en casa antes de dirigirse al salón de belleza. Además, Lloyd había sido tan generoso que le reservó una cita en
e, no había pasado una tarde tranquila en mucho tiempo.
el misterioso paquete dentro de su habitación. Se sorprendió por recibirlo porque últimamente no había hecho
ía dentro, se quedó sorpre
tubo largo de color dorado, confeccionado con una tela muy lujosa que podía realzar fácilmente t
do debía valer decenas de miles de dólares. Por lo tanto,
s en la caja y empezó a buscar algo. De pronto encontró un
e, te veré e
ios mí
na que trabajaba en Evans Group, lo decía en serio. Quizás fuera u
ientras lo miraba confundida, no sabía si debía ponerse el vestido o devolver el paquete al remitente. La ca
a dormir con él',
no lo usaba, él podría pensar que era una cobarde, pero por
ar un suspiro, cerró la caja y
o no soy un
ans H
un banquete buffet de estilo occidental donde los camareros y l
ellas, puesto que la comida allí era fresca y exquisita
en atraer al mejor soltero del lugar, pero si no podían hacerlo, también se sentirían conformes solo con conocer a algunos de los hombres de la clase alta. Los hombres ta
que solo había venido porque su jefe se lo había pedido. Después
para ella, pues favorecía su cuerpo. Con el maquillaje de la estilista, se veía muy encantadora y elegante. Además, los tacones dorados hacían que
jo, no pudo evitar admitir que se veía deslumbrante esa noche. Tan pronto como entró e
trabajo, se sorprendieron con su elegante apariencia. Cuando entró a la fiesta, le si
nde las mujeres eran solo
saber era dónde estaba Malcolm y
menzó de forma oficial. Enoch, el subdirector ejecutivo de Evans Group, llevó
ista de baile, ella se quedó sentada en silencio, observando a todos. Honestamente, se sentía c
a en su alrededor. Como tampoco quería pensar en todas las cosas inexplicabl
. Además, era el tipo de persona que nunca diría que no a u
a la persona que estaba frente a ella, Lucia sintió que esta
a su fiesta. ¿Acaso robaste una invitación para poder entrar? ¿O fingiste ser una cam
e ella. Y, por si eso fuera poco, su actitud distante ya había atraído la atención de todos los
lear con ella allí porque había venido a la fiesta en representación de su empresa. Pasara
personas ricas y poderosas a sus fiestas, así que no puedo creer que me encontrara con una doña nadie como tú aquí". Al notar el silencio de Lucia, Mina come
l ceño fruncido, Lucia se preguntó si debía defenderse o simplemente alejarse d
oy no hay ningún proxeneta que pueda ayudarte!". ¿Cómo no iba
e inmediato y se detuvo para no caer al suelo. Sin embargo, la conmoción hizo que tod
odos, Lucia miró al hombre de la puer
je gris plateado, una camisa rosa y una corbata gris. Su a
a completamente diferente. Se podía decir que se veía más dominante, pero al
demonios
su presencia en ese lugar. Cuando finalmente salieron de su asombro, se acercaron a él para saludarlo, pero se detuvieron en seco al encontrarse con su fría mi
os entendieron que tenían que fi
aso, Malcolm caminó hacia el final del pasillo, donde estaba Lucia. To