El infierno de Zariel

u mujer. Ella necesita conseguir a el dinero para así pagar las facturas médicas de su hermana. No le quedaba otra opción, la casa estaba muy tranquila

a tranquilidad, el hombre salió rápidamente

hablando con su amante. Liv sonrió con amargura, los hombres realmente eran act

es cariño. -El hombre colgó el teléfono, comenzó a limpiarse las go

ro vio la sangre en las sábanas, su corazón estaba algo

mañana cambie las sábanas, no

ió loco, Liv no se movió y más lágrimas brotaron de sus ojos, este hombre realmente tenía un

haz un buen trabajo y no la trat

a cual salió volando en la cama sin importarle su desnudez, ni que estuviera a la vista, porqu

tó Liv con ansiedad, pero en su lug

esta tarde se puso histérica a no encontrarla, sabe que los pacientes con p

os dedos en la boca y las lágri

ble como no mor

poco movido, ¿ha muerto alguien?. Se acercó y se sentó frente a ella, vio la que la sangre por la comisura de su boca,

fono y se levantó, pero como le dolía demasiado la pierna est

pasado? ¿

. Ava estaba muerta, no le quedaba nada, el único miem

ro contrato está cancelado, no quiero el

ha p

on los ojos

ir al

a más y sus ojos oscu

aré al h

fluir y el hombre que conducía en su lado guard

ligaré, le daré la mitad del dinero

lante, se quitó la máscara con fastidio, reveló su puesto rostro, hermoso como el de un Dios, tenía las cejas fuertemente fruncid

nde está mi hermana?- Pregu

ue los pacientes murieran, como médico no había visto nada extraño, pero esta niña sólo tenía 12 años, es una verdadera lástima

ooo

orosas y vio la cara pálida y los labios morados de Ava, no pudo contener las lágrimas por más tiempo,

pudiera volver a su lado, gritó

medio d

rió que estaba embarazada. Sólo una noche basto para quedar embarazada, aturdida, apenada y luego sorpren

nrió feliz de verdad pensando en aquel hombre que realmente no había vuelto a buscarla, si él supiera que ella iba a tener un hijo suyo, ella no sabía lo que pasaría pensando y en

lo si

delgado pero robusto, parecía la frialdad de la nieve invernal, los ojos profundos y oscuros que eran como estrellas que brillaban con una

, lo s

sultaba algo familiar, pero por un momento no puedo recordar donde lo habí

pasa

dio la vuelta y se fue, el hombre no la detuvo y se volvió para observar la espalda de la mujer, con ojo

hoja con el resultado de estar embarazada, los ojos del hombre entrecerraron, una vez más miró a la muje