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UNA OPORTUNIDAD PARA AMAR

Capítulo 2 ¿AUN, HAY AMOR

Palabras:2140    |    Actualizado en: 11/09/2021

ses pasaron, y ya no solo eran mensajes, preguntando por el día a día, sino, que había más intimidad. Gabriela se sentía cómoda, al interactuar con Ernesto, pues él, era tod

a Estefania Rosales, donde fue recibida con gran amor, y aunque todo parecía ser perfecto, hubo algo que no encajo con ella, y fue el hecho de que su amiga,

res de junio, 3 Pm – Apart

nó Estefania, mientras

no logro conseguir empleo,

arás algo, además, solo llevas do

o quiero ser u

igo, mientras vivamos juntas, no te

que eres mi ángel prote

rrera, así que no podría dej

nerme aquí contigo, pero no pretendas,

engo muy claro que no eres alguien q

gritado, entiéndeme, n

e a tu cuarto, una sorp

to, y donde

ida, está en mi cuarto, as

abitación, sin imagin

o pida creer, lo que sus ojos veían, ¿C

do, no significaba nada, después de todo, amaba a Ga

ela estaba totalmente desconcertada,

efania, queríamos darte la sorpresa, además, falta poco para el cumpleañ

ambiado, cambiaron, ya no era una simple conversación de amigos, el intercambio de fotos y mensajes eróticos, se

nza, para mí sigues siendo hermosa, y no lo olvides, yo

í,

acercó a Gabriela, la beso dulcemente, al principio, ella se mostr

artamento de mi amiga, no

me dijo, que podía hacer l

ento!, ¿

a, beso su cuello con sutileza, luego paso su l

to,

Él recorrió, su entre pierna, y sin más, metió su mano

iela, hacia todo lo posible p

e tenido más, que calmarme, porque tu figu

lla, mientras la poca cordur

cuerpo que lo embrujaba, a través de las fotos—, ¡Dios!, como añoraba esto—. Él la tu

s caricias de él, la llenaron de locura. Así que ella, gemía en voz baja, m

aquí abajo en mi pantalón,

é, si term

vimientos de su lengua, y en cuestión de

—Gabriela, escondía su rostro, est

s, respondiste ante el placer, así

ayudaría con él, p

cuparé de algo —Ernesto, hizo que Gabriela se col

on difíciles de controlar, a fuera de la habitación, Estefan

hora d

abía disfrutado estar en la gloria, en su i

talón de Aquiles, además, si vamos a

e me deseas

ad, por estúpido, deje que te arrebataran de mí, luego, mi

obre eso, te g

que en la universidad te conté, sobre la muerte de

e la universidad, dos meses después

vicios, que por poco me matan, lleg

a gustado,

s en el ahora, y hay que disfruta

ncontraron, debido al trabajo de Ernesto, él mantenía en constantes viajes, y su último lugar de residencia era Estado Unidos—, el espacio fue perfecto, pa

s aceptado me iré a F

ces, y te lo aseguro, ve

noto, cier

ra nada, estoy m

onozco, algo

toy bien, t

así, por favor

, sé que si te vas, esta vez

é a Francia, pero no pienso hacer

as en

, me daré por vencid

te vayas, pero tampoco estoy segura de pod

i no soy nada, y si, por mi trabajo nos hemos distanciado, yo he tenido a ave

a noche, el momento

cias por cu

o ve y pásala bien, disfruta la n

ento de Estefania, tomaron un taxi, y lu

quiere

bien —Lo menos, que quiera Ga

existe, el resta

oído de

to, ahí

conductor del taxi que por fa

te Delici

rnesto y Gabriela fueron atendidos de forma cordial, por uno de los me

mo que ordene el señ

r tráiganos el especial de la noc

mesero se retiró para llevar la

ué tanto

que estás

arme, solo me c

estido, en verda

ír a Gabriela, pues él estaba dispuesto a hacerla feliz

más, te gu

partamento, lo siento, es que

de que ella nació, ella se convirtió en el cent

irarse del lugar, y aunque la cena fue maravillosa, ellos no contaban con un i

é pequeño

mal sueño, ¿Por qué el destino se comportaba de esa manera?, no pod

s con él? —Esteven, mantenía la

te importa, E

como la put

olvió y sin remediar palabra alguna, l

l, ¿Qué

a respetar

Belén, me espera Gabriela, quiera salir de ahí, sus

, vám

que ella y menos mi hija estén contigo, y no pierdas tu tiempo, por su ca

, con destino al apartamento de Est

e dirás quié

mprendo que está pasando, ¿Cómo es que él es

rto, todavía lo amas? , ¿lo que sucedió est

esto

fui un reverendo idiota —La i

ntos, mi corazón… —Ella,

no hace falta que me resp

encuentro con Esteven, la conmociono de tal manera,

l apartamento, no soy tan mise

o llego el momento de despedirse, por más que Gabriela, quiso detene

tin

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