Pinceladas
a
to al pensar que siempre estaría en mis brazos, pero cuando más seguro te sientes de las cosas es donde l
pero... y ¿qué
eño alto de ojos c
undida e incréd
an desafortunado, déjame contarte c
as, toda mi vida he sido del tipo de persona que se divierte con las bromas y dado el momento decidimos hacer una, era sencilla y no hacía daño alguno, tomamos el teléfono y come
a no era lo mejor que podía hacer y más aún luego de salir de aquel encierro de depresión y angustia
entonces? –la intriga se
juega con nosotros, nos tom
é te re
io entre el nuevo grupo de amigos que formamos era el más sarcástico, siempre lo he sido solo que allí superaba mis límites, unos reían otros hacían lo mismo y ella... ella me od
enes labios
es, tuyos y míos si me
abrazos donde te sientas protegida, mantener siempre su humedad estable, besa
s mejillas tomaron aquel tono rosado como los p
que v
o empedernido– di
go cosas que hacen p
fue su atención... comenzamos a hablar más seguido y mi boca siempre tenía alguna
n amor muy lindo, como saca
ría que fue hasta que mi inseguridad me co
é te re
pe diciendo que el lugar cerrará,
arme tu historia! –dijo m
alimos... la lluvia aun cubría las calles,
tarme –lo dijo muy alegré, entusiasmada–,
ías dicho –son
me has dicho tu nombre –alzo su
tri
el gesto con la mano y llamo un taxi–, adiós, que ten
el que me había dejado y unas gotas cayeron en el corriendo la tinta, borran