La Residencia del Placer +18

a puerta a tratar de escuchar quien estaba caminando por el pasillo fuera de la habitación, no supe quién era pero si escuche los pasos que se alejaban y pocos segundos desp

ión de perrito con mi trasero en pompa, agarre su pija con mi mano estaba muy dura y apetitosa, la metí e

n su lengua y luego introdujo sus dedos en ella, esto hizo que aumentara el ritmo de la

aban, el metió su mano hasta tomar su falo y apuntarlo a la entrada de mi concha, al sentirlo cerca yo misma empuje hacia atrás haciendo que entrara la pun

ado de la habitación en una silla con las piernas abiertas masturbándose violentamente. David le hizo señas, ella se levantó y coloco sobre su cara y quedando frente a frente conmigo, e

. Por mi parte recibí la lengua en mi sexo esta se comenzó a mover alrededor de mi clítoris haciéndome explotar en un orgasmo intenso llenado la boca con mis fl

a, al quedar en esta posición David se acercó por detrás penetrando a Kiara era maravilloso ver como esa pija entraba en la concha de mi amiga mientras yo le pra

upaba con gusto y luego volvía al interior de mi amiga, Sergio salió del interior de Kiara y se cambió a mi lado donde me penetro me

co tiene más aguante del que hubiera imaginado pensé– el continuaba follandome de una manera deliciosa

n brinco se me adelanto y se sentó sobre el dándole la espalda, el la agarro por sus nalgas masajeándolas y apretán

dedo haciendo un poco de presión, esto pareció gustarle a ella que intensifico el beso y la velocidad del mete y saca sobre el, poco a poc

que había dejado Kiara por el orgasmo que le había producido David, estaba divina al ella recupe

sto hizo que David se masturbara violentamente hasta llegar al momento cumbre y se corrió de una manera impresionante, soltó una cantidad de semen increíble el primer chorro fue a parar a mis pecho al sentirlo m

, al separarnos los tres nos acostamos sin decir una palabra y estando muy cansados, luego de un rato le dije a David que saliera de la habitación,

os acostamos juntas, abrazadas nos qued