¡Déjame!

idea de que ese hombre que lo ha sido todo para mí estos últimos años, haya podido ocasionarme la pérdida de su prop

esó de viaje, y pensé que ya e

cho que ya est

añé, me preocupé mucho por lo que paso

an las que me hacían dudar más, de

emana, y Fabiola me acompañó

ómo sa

stos de una sustancia

os segundos que parecieron minutos

sionaste

perarse vino tras de mí, me pidió disculpas por la pregunta y se excusó, diciendo – Es que no entiendo lo que paso – pero yo si sabía exactamente lo que había pasado. Cuando le comenté horas más tarde

r que estaba realmente loca, y que él, si era el hombre indicado para mí, me

ito la mirada de encima, claro que Simón se dio cuenta, pero no hizo comentario de ningún tipo, y al culminar la velada, ambos se retiraron y yo me quede en la cocina acomodando las cosas; al terminar de acomodar todo, subí a la habitación y desde la ventana de nuestro dor

é de la ventana y me metí en la ducha, al minuto Simón subió a la habitación y se metió a la duch

tan temprano?

que solucionar un negocio con Al

vi y pensé

a algo que están exigiendo los comprador

están e

te preocupes por esas co

o en repetir mil veces que el más grande error de mi vida fue haberme enamorado de él, hab

ro bebé le hizo entender que la vida es corta y quería pasar el mayor tiempo conmigo, con la mujer que le había cambiado la vida y lo había hecho feliz en ta

rmosa que alguien me había hecho en toda mi vid

e el privilegio de po

s que nunca voy a olvidar, porque

ropuesta tenía dos grandes y hermosas noticias, la primera era casarnos en Verona, Italia, como era mi sueño y la segunda, era quedarnos a vivir allá, cla

imón comenzaría a manejar sus empresas por Italia, para él, seria por mayor comodidad, eso f

asa visitándonos, se quedaría a cenar con nosotros y

alo especial par

ial me puede dar la

da” y un pasaje a Italia con todos los gastos pagos por una semana, así mi mejor amiga, mi casi hermana estar

loró de felicidad, nos abrazó a ambos y eso fue mucho

ores por mucho tiempo, teníamos contratos grandes, proyectos increíbles que muchos deseaban tener, pero nosotras teníamos la dicha de contar con ellos; personas

s dos. Un viaje hermoso, una vista increíble, tres días para terminar de organizar la boda, y

así que yo pase esa noche con mí ahora “Esposo” y la mañana siguiente con mi mejor amiga. Sé que suena extraño pensar que la mañana de una boda no estuve con mi esposo, pero así fue, él se levantó muy temprano, me dejó las llaves de su ca

alles, conociendo su cultura, su idioma, su gente, simplemente era maravilloso, la gran y famosa casa de Julieta, nuestro lugar favorito, principalme

je de mí “Esposo” donde me decí

odas, trae a Fabiola, esta noch

ltimo mensaj

de la cintura por la espalda, y dice – Vamos a la habitación un segundo – yo sonreí, me giré, lo besé y lo acompañé. En la habitación nos besamos, y comenzó a quitarme la ropa, recuerdo que le mencioné que en l

es todos