Mi primera vez
mejor refugio, mi mejor amigo y sin duda alguna, el único al que le contaría todos mis secretos sin temor a nada... Supongo que cualquier escritor o aprendiz a la escritura como me considero me puede
leer, ama escribir, ama reflej
vuelve nuestro mejor relato, nosotros escribimos para vivir, porque esa es nuestra manera de poder gritar, de llorar, reír, bailar o cantar, es nuestro mejor desahogo en pocas palabr
ido experimentar en este sentido, y sé que no ha sido del todo lo mejor, pero tampoco me siento arrepentida de mis actos, al contrario, los disfruto... sé que algún día moriré, bien sea por una en
a y apetito, pero carnal, y solo al mencionarla debo admitir que mi piel se eriza totalmente, creo que todas mis "oportunidad
realmente eres y quién puedes llegar a ser; hay personas que lo hacen por oficio, otras como yo, simplemente para sentirse viva, pero no con cualquiera, sino con quien
enetrante como carnosos sus labios, tan provocativos que cada día me incitaba más a insinuármele, era una adicción, él se volvió eso para mí y mucho más, llegó
eva, interesante y arriesgada para mí, considerando el hecho de que estaba casado, pero me atreví y no me importó nada en lo absoluto... Muchas veces me llevó a casa, pero
que siempre veíamos al salir de la universidad, y mucho antes de entrar ya habíamos comenzado a sentirnos en uno; entramos a la habitación nos desve
tí dece
yor experiencia sería inolvidable y ciertamente lo fue, pues jamás olvidaré la peor experiencia de mi vida, donde
deseo, pues todo había muerto, él lo mat
irlo, me encanta el sexo mucho más hacer el amor, y claro que
le hice con mis manos, con mis labios, con mis seno
él viví todo tipo de experiencias y consecuencias claro... él estaba comprometido con una chica en ese entonces con quien tuvo que terminar su compromiso pues ya no la deseab
dirle más, él sabía donde tocar, donde besar, sabía todo y mucho más. La última noche que estuvimos juntos fue antes de vol
o, me llevó hasta el comedor y allí me acostó, beso mi cuello, mis senos, mi abdomen y me quitó la ropa interior inferior, me inclinó sobre la mesa y me penetro tan di
a alfombra roja que tanto amaba, ¡Vaya que si me hizo llegar muchas veces! Y fue la mejor despedida
empo no sentía por nadie. Agustín, la primera persona con quien logré comprometerme, nuestras experiencias de vida en la cama fueron en realidad muy similares a las que ya había viv
en cierto momento me asusté y me vi atrapada en una película donde simplemente no quería estar, pues todo era quizás demasiado perfecto para mí, pero la persona con quien pro
o como yo también, los dos tuvimos una química desde el primer momento, pero en mi id
prometido, me propuse a regresar antes de tiempo, pero esa noche, todo cambió, pu
n impulso, algo que simplemente no pude controlar, y en un segundo ya nos estábamos besando... Durante el camino a su apartamento mi cabeza decía – NO LO HAGAS – pero mi cuerpo no me d
e incluso, puedo decir con firmeza que me hizo llegar solo a través de besos, cosa que jamás me había pasado con n
ra lo mismo, dolía, dolía demasiado y no podía, con lubricante o sin lubricante terminaba doliéndome. Así que era una idea que había desistido desde hace mucho tiempo, pero ese
nte, pero solo era un poco, luego sentía como sacaba lo poco que había introducido, y volvía a hacer lo mismo pero cada vez introduciendo un poco más, y claro que me encantaba, se sentí
ia dio un nuevo rumbo a mi vida sexual, esa noche fue maravillosa, la mejor de mi vida. Volví a casa del viaje y rompí con mi compromiso, me di cuenta d
so en su oficina de trabajo lo hemos hecho, y ha sido increíble, sentir esa adrenalina, ese miedo de que nos descubran incrementa nuestro apetito sexual y me siento bien a su lado,