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Lo quiero . . . Entre mis piernas (+18)

Capítulo 2 DOS.

Palabras:7420    |    Actualizado en: 21/07/2021

VARIOS

a que la tomase y la utilizará para escribirle. Sabía que todo se había ido de control pero la necesidad que t

eguntándome ¿Qué hago? No sabía que estaría pensando Diego luego del beso que nos dimos en la fiesta y claramente no iría a decírmelo. Por otra parte, si yo le escribía algo respe

para correr la silla y sentarme en ella. ¿Qué pod

y la reinicie, ingresé al mail

onimo123@

o: Me

e idea. Cada día me preguntó si sabrá quién soy yo y hasta puedo creer que a vece

noches he soñado con su cuerpo, he sentido dormida el calor de su piel en la mía, el sudor en mis manos y el deseo en mis partes prohibidas. ¿Qué debo hacer para que me mi

beso, tan solo uno, pero hasta eso pa

do lo veo y me quedaría horas completas observándonos, pero eso sería

uerpo e hiciera con el lo que le plazca ¿Por qué tiene que ser mi profesor y yo su alumna? Si nos hubiésemos encontrado en otro momento de nues

empre

una liberación, como respirar después de haber est

Santiago, es que si tan solo el homicidio fuese legal, pero no ¡Malditas leyes, malditos derech

ntía tanto, el haber conocido a esa chica, a Camila, había logrado que toda mi vida, que pensaba resulta, se me diera vueltas, mientras que la otra reconoce que lo que le hacía falta a mi gris y aburri

son de ella y no simplemente porque soy docente de filosofía y letras, sino porque conozco más a las personas a tr

el, no podía dejar de pensar el hecho de que era su docente y aunque no lo fuera ya me sentía una basura engañando mentalmente a Vanesa, no quería sucumbir al deseo de poseer otro cuerpo q

jada y que la voz se le quebrantara a la medida que me expresaba como se sentía. – a veces siento que tú trabajo nos pone en contra, está Stan metido en él que si quiera recordaste que el día que fui a cenar con mis padres era nuestro aniversario de bodas y sin embargo preferiste ir a la fiesta de tu trabajo. – me sentía una basura,

ra ella. Vanesa vivía con una sonrisa en su rostro y desde que trabajo allí y me he confundido con mi alumna, la he descuidado tanto que no me percate que estaba

– expreso para ver en sus ojos una pizca de esperanza – se que fui un idiota, que he estado metido en mi trabajo y te he descuidado pero quiero que sepas que a partir de a

os malditos anónimos y la mujer esa desconocida había dejado de lado mi matrimonio y todo lo que una vez s

imo, de ninguna desconocida, simplement

lo hacía por los dos, que debía disfrutar por qué realmente yo quería hacerlo, la realidad era que lo hice más por ella que por mí. No quería hacerle el amor, no quería tocarla, no deseaba besarla. Algo andaba mal dentro mío

abábamos de tener l bien, le acababa de fingir. Con apenas algunos finos rayos de lu

uturo pero nos fuimos enamorando poco a poco y termino por dejarlo para estar conmigo. Si

me de que mi mujer no se diera cuenta que había recibido un mensaje a las 3 AM, y veo que se trataba de un mensaje de mi anónima. Juro que luche contra mis demonios, contra

.

ngresa Camila al aula justo antes d

s me hubiera dado cuenta de su presencia. Ella so

su ayuda para preparar un final. – s

y si bien yo soy su maestro, me refería a los acercamientos donde podamos estar e

der decirle de forma tajante que no quiero que siga hostigándome, que n

evanto y la tomo del brazo delicadamente y nos saco al pasillo. – bien,

que oía. – pero yo... - pero antes que pue

las clases, sino por algún otro motivo que desconozco. – la expresión de su rostro era tan d

manera. – no tengo idea de qué estar

mira? ¿Cómo me habla? ¿A caso cree que no noté, como cada vez que vien

, pro el contrario salían una tras otra sin percatarse si

que cualquier persona en su situación debe guarda silenció, por respeto aun

do para lo único que asisto a su clase es para eso,

n la palabra en la boca, sucede todo lo contrario. Se me acerca in

lo mire de otra forma? Tengo no

novio? Yo la había visto besarse con Santiago y a decir verdad jamás s me cruzó por la cabeza una relación más íntima entre los dos. El se de

do y riendo estaba este muchacho y no hubo peor cosa que lo que

Santiago mientras toma por la cint

diga algo su supuesto novio, le

rabia que no supe controlar y que como era de costumbre c

s de demostraciones sentimentales ante un docente con el cual aún no ha terminado de hablar. Y usted, ingresé

or sobre todo que dijera que solo asisto por él, por molestarlo que en cierta manera es

o sincerarme respecto al asco que me provocó hacer eso frente a él, pero una parte mí se sentía tan bien de demostrarle

asaban por ahí y muy lejos de sentirme bien con eso, una vergüenza me i

mis fuerzas una vez que llegue

oté que me había seguido Santiago. Su mirad

humor. – le digo dándole la espaldas

erlo incrédula de lo que acababa de decir con el pucho en mi mano y sujetando toda mi cordura para no q

saber cuándo vamos a tener sexo? – él me saco el pucho

mos ni mucho menos que eras vos a la que beso en la fiesta. – y tenia razón, Diego no podía saberlo pero tampoco podía aco

dremos sexo y podes dar por finalizado este chant

uerría pedir algo más a cambio de mantener mi secreto a salvo y sería una cadena que no acabaría jamás, por

provechando que Dani se había asentado aproveche para ir a ve

por la mente brillante de ambas. - ¿Y vos estás dispuesta

uier estupidez, pero ahora lo que más le interesaba era librarse del imbéc

o a Dani. A diferencia de ésta, Sol no era virgen y creía que a la sexualidad había que vivirla y disfrutarla y no est

que no podía fallar, la cual era exponerlo sexualmente ante todo el colegio o peor aún, dejarlo en evidencia ante el mundo entero a

tenía un cuerpo envidiable y no perdía oportunidad para demostrárselo a cualquiera. A sus 15 años de edad, en vez de la clásica fiesta o el viaje de Fan Tiene, había elegido las prótesis mamarias y sus padres se las ha

chos y glúteos grandes y firmes, cintura plana. Una belleza de metro setenta por el cual innumerable

pecie de fiesta bienvenida, dónde se conozcan y Sol pueda seducirlo después de todo ¿Quién sospecharía de una rubia despampana

edo asegurar que recuperaré la cámara ya que no sé si la traerá consigo, p

y que termine por ser expuesta ante el equipo directivo y el profesor

a clase del profesor González y la S

e sabía perfectamente que a él

una fiesta en bienvenida para Sol y

ue destacaba la srta Ayala, quien se encontraba sentada sobre mi

ación agradable, pero no debía olvidarme que mi misión era ten

mi nadie me ha informado nada? – interrumpí la reunión y sol

sto último me lo había dicho de manera pa

lo que veo. – le digo por lo

toy a gusto. – r

contraba a centímetros de sus labios. Ante la mirada intrigada del resto de las alumna

e esperaba que reaccionara así. En realidad no había motivos concretos por el cuál l

profe la puerta. – réplica desafiante y yo no sé que decirle. ¿Cuál sería la razón por la que la

generaba rabia y no entendía por qué, después de todo soy casado y no deb

iunfante se dirigió a su banco. – bien, necesito

. ¿Cómo expresarlo? Provocando me. Sinceramente me molestaba que tuviera la d

la para dialogar y buscar alguna manera

bla una vez que cierro l

mo tiempo. – solo escucharme decirle aquello provocó en ella

tuve tratando mal y pese a que estoy segurísimo de que ella es mi anónima no tenía nin

que puede que no esté pas

aderamente no tenía intenciones de continuar discutiendo, en solo dos semanas se terminaban las clases y h

a eso. Pue

nsistía en pasar la noche con ella. El hecho de que hace una semana le estuviera dando tantas vueltas al asunto de ten

Solange no conseguía concretar el pl

a de Dani era una modela famosa internacional, no dudo unos segundos. Él era un mujeriego innato por lo que

a escuchar a dos cuadras de distancia. Santiago estaba tan ansioso por conocer a Solange que

nas en el patio y otras tantas en la pileta. Había luces de todos l

me dirijo hacia el living dónd

a con Solange en la cocina hablando. Sentí un alivio de inmediato, dado que eso si

se caracterizaba por ser una mujer, además de hermosa, fría y calculadora sin una pizca de empatía por nadie, por lo que le daba igu

s alrededor de diez personas, en las que se encontraba Santiago y Solange. Ni bien i

toma su mano y lo conduce hacia nosotras. En ese momento iba a decir

miré. No es que estaba celosa sino que era una basura porque p

go urgente a su prima dejándonos solos. – por tu actitud ¿Debo creer que lo de acostarme con vos ya no va más? – él solo me m

cabalgando sobre mí, sudada y gimiendo mi nombre. – escucha

fadarse me dice "yo también te quiero"

a qué te ded

a vida. Sol nos contaba algunas anécdotas de los lugares que visitó durante los d

rial que su padre había heredado de su abuelo. La realidad era otra, él solo asistía a la empresa para pedirle dinero a su padre porque pe

menos, se la pasaba de fiesta en fiesta gastando miles y miles

on alguna mujer? Mira que

ustaba, digamos que me estaba haciendo un favor. Ella le había hecho esa pregunta para saber si el plan estaba yendo viento en popa lo cual quería decir que teníamos un 90% del

mami, esto

uiñándome el suyo. Sin más, ella se acercó a él entre risas en tanto nosot

ica ya le estaba haciendo "doler la cabeza". Nosotras por el contrario, segundos más tardes, fuimos tras ella para introducirnos

de la mano a Santiago su bebida y sin mediar un

ado que no tomaba consciencia de que era imposible que alguien como Solange que

a era su poder de seducción y con

emente comenzó a pasear sus manos por su cuerpo subiendo su vestido haciendo contacto con sus grandes y firmes glúteos. Lo que le había llamado la atención y excitado un poco más, es sentir

nte. Verdaderamente se sentía un ganador. Ella se subió encima de él y comenzó a despojarlo de la ropa, primero la camisa, para volver a sus labios y devorarlos por completos. Ella podía sentir en su sexo la presi

ntacto con su sexo ella atrapó sus manos y las piso por so

más deseo. Quiero que termines por suplicar

ego deslizó sus manos por sus brazos, su torso hasta llegar al cinto de su pantalón, regalarle la más pícara sonrisa, relamerse los labios y cenar a desabrocharle para sacarle el pantalón. Cuando ya no hubo tela en medio, prosiguió atar sus pies, uno en c

– esto es para enseñarte que a la mujer se le respeta. – él estaba furi

o escuchar esta amenaza le provocó a ella una furia incont

ré no querrás saber lo que haré con las fotos. – a él no le daba miedo las amenazas de una mujer y m

que donde me sueltes mando a todo el colegio el vídeo. Todos sabrán que tie

y a decir verdad. – mirando su miembro – no tenes gran cosa como para presumir. Cómo sabrás soy una figura internacional ¿Cuánto tiempo crees q

ía destruirlo por lo que no le quedó más que aceptar lo que ella le proponía

re aquí, tengo una fiesta que disf

o de Camila y le dio una lección a un mujeriego que se mira

.

a ver a Santiago. Lo último que supe de él fue que prometió no mostrar a nadie los víd

y que, lo sentía mucho y me pedía que por favor lo olvidará todo y que con todo lo que ha

estaba amarrado y volvió advertirle que si volvía amenazarme con los vídeos o chantajearme con tener sexo el

e dije a Sol, luego de darle un fuerte abrazo. Realmente

e mi prima son también las m

nte estaba intrigada por saber qué es lo q

él vuelve a comportarse como un imbécil sabes que solo con darme el ok, te habilito to

razo antes de verla subir al avi

se había apoderado de mi. Durante todo este tiempo le había enviado infinidad de mensa

20 minutos antes del ingreso para hablar. Había tomado una

seguridad y continúe hasta el segundo piso, específi

je que le había mandado a Digo en todo estos últimos días, le había dejado diferentes pistas para que fuera conociendo algunas cosas de mí como por ejemplo, qué tipo de música me gusta, mi blog personal dónde publicaba cad

– su actitud era de preocupación y la entendía. - ¿Es Santiago de nuevo?

– con Diego, le diré la verdad. – sus ojos se abrieron lentamente y enseguida supe qué se le pasó por al ca

tificar mi decisión – todo este tiempo el sirvió para pensar y meditar la situación ¿Qué hice mal? ¿Escribirle cuánto lo

ner la certeza y las pruebas de que se trata de vos ¿Qué te hace pensar a vos qué él no irá con las a

s a esta instancia? Hubiera denunciado hace mucho tiempo ¿Y lo hizo

vos en todas y si esa es tu decisi

que ya no había dudas, que ella era la autora de esas líneas que incendian su computadora, que no en vano cada vez que tenía u

ía luego de escuchar confesarse? ¿Y si quería saber por qué jamás denuncie el acosos ante las autoridades? ¿Qué le contestaría? Y hasta me atrevo a decir que la mujer de

permitir que siga haciéndolo? ¿Porqué además qué ganaría con confesarse? ¿Creerá que tendremos alguna aventura? Ni en un millón de años

r que pasar por ello, se me ocurrió el pedir licencia extraordinaria por las últimas dos semanas que quedaban de clases y aunque se suspende la

que no tendremos Literatura y qu

a el final en vez de él? No entendía nada de lo que estaba pasando y el hecho de saber que

pregunto al borde

pero no explicó los motivos. Juan me dijo que ya no

sentir frustrada pero ya no había más nada que hacer. Él se fue sin saber el por qué

lugar y que esa vez nada ni nadie podría evitar lo que suceda lo que inev

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1 Capítulo 0 NOTA IMPORTANTE ANTES DE LEER LA HISTORIA.2 Capítulo 1 ONE3 Capítulo 2 DOS.4 Capítulo 3 TRES.5 Capítulo 4 CUATRO.6 Capítulo 5 CINCO.7 Capítulo 6 SEIS.8 Capítulo 7 SIETE.9 Capítulo 8 OCHO.10 Capítulo 9 NUEVE.11 Capítulo 10 DIEZ.12 Capítulo 11 ONCE.13 Capítulo 12 DOCE.14 Capítulo 13 TRECE.15 Capítulo 14 CATORCE.16 Capítulo 15 QUINCE.17 Capítulo 16 DIECISEIS18 Capítulo 17 DIECISIETE.19 Capítulo 18 DIECIOCHO.20 Capítulo 19 DIECINUEVE.21 Capítulo 20 VEINTE.22 Capítulo 21 VEINTIUNO.23 Capítulo 22 VENTIDOS24 Capítulo 23 VEINTITRES 25 Capítulo 24 VEINTI CUATRO 26 Capítulo 25 VEINTI CINCO.27 Capítulo 26 VEINTI SEIS28 Capítulo 27 VEINTI SIETE.29 Capítulo 28 VEINTI OCHO.30 Capítulo 29 VEINTI NUEVE31 Capítulo 30 TREINTA32 Capítulo 31 TREINTA Y UNO33 Capítulo 32 TREINTA Y DOS.34 Capítulo 33 TREINTA Y TRES.35 Capítulo 34 TREINTA Y CUATRO.36 Capítulo 35 TREINTA Y CINCO.37 Capítulo 36 TREINTA Y SEIS.38 Capítulo 37 TREINTA Y SIETE.39 Capítulo 38 TEINTA Y OCHO.40 Capítulo 39 TREINTA Y NUEVE.41 Capítulo 40 CUARENTA.42 Capítulo 41 CUARENTA Y UNO.43 Capítulo 42 CUARENTA Y DOS.44 Capítulo 43 CUARENTA Y TRES.45 Capítulo 44 CUARENTA Y CUATRO.46 Capítulo 45 CUARENTA Y CINCO.47 Capítulo 46 CUARENTA Y SEIS48 Capítulo 47 CUARENTA Y SIETE49 Capítulo 48 CUARENTA Y OCHO.50 Capítulo 49 CUARENTA Y NUEVE.51 Capítulo 50 CINCUENTA52 Capítulo 51 CINCUENTA Y UNO.53 Capítulo 52 CINCUENTA Y DOS.54 Capítulo 53 CINCUENTA Y TRES.55 Capítulo 54 CINCUENTA Y CUATRO.56 Capítulo 55 CINCUENTA Y CINCO.57 Capítulo 56 CINCUENTA Y SEIS.58 Capítulo 57 CINCUENTA Y SIETE.59 Capítulo 58 CINCUENTA Y OCHO.60 Capítulo 59 Cincuenta y nueve