La mafia Rusa
Ãtu
ecis
o y le darÃa uno mejor a mi abuelita y mi mamá, asà que debÃa poner manos a la obra algo se me iba a ocurrir. Salà de casa y me despedà de mamá y la abuela, tenÃa clases, pero seguramente no iba a poder estar concentrada en todo el dÃa. Tomé al autobús y llegué a la facultad en todo el camino no hacÃa sino pensar en eso, cuando llegue fui a la facultad de derecho y era hora de entrar a mi clase de: Derecho Romano. Justo cuando entre al aula de clase el profesor habÃa comenzado y tuve que pedir disculpas por lo tarde busque un asiento
yo fruncà el seño a modo
da ¿po
ucede algo puedes confiar en mà dime ¿qué pasa?– Yo sus
que conocà por inte
ella estaba a punto de hablar cuando le
illonario y más g
onaba juguetona mi amiga solÃa
ro.
dijo ella esperando que le
ió su semblante y ahora no era la misma amiga juguetona
le dijiste?– yo me
pondà de una vez porque yo tengo f
d lo estás
buena oportunidad.– ella ne
a las personas, Charly eso es muy pel
reo que él sea asÃ. Además ¿par
nte su loca idea tampoco era para tanto.
póyame ¿si?– ella volvi
abes que intenciones trae, ¿Cómo mierda te vas a ir con alguien
igo de esto, quizás tienes envidia que yo
me habÃa ofendido y duramente con la verdad, yo no tenÃa nada que envidiar vivÃa en una pequeña casa, a veces no tenÃa ni
para mà es lo de menos es solo que me preocupo por
s buscarte a alguien que esté a tu altu
querÃa apoyarme, pues no me importaba yo veÃa esto como una gran oportunidad y no dejarÃa que nadie me la fuera arrebatar asÃ
Carolina estacionarse cerca de mà al ver qué yo seguÃa caminando comenzó
lo que
cir eso, pero me preocupa qu
to, pero será por un buen resultado. Tomé el autobús para regresar a casa, al llegar a la parada me bajé y caminé las dos cuadras para llegar a mi casa fue entonces cuando vi el auto de Carolina est
erilla... Al entrar vi a Carolina sentada en la pequeña sala de mi casa hablando
aqu�– pregu
cede, ¿Por qué le hab
s a qué vino mamá
e una manera que es
Y Carolina me siguió, ahora estaba más que molesta ella habÃa rebasado los lÃmites yo no la querÃa en
e quieres? No tengo
eta locura.– yo me acerque a la cama y me senté a usar mi
.– ella salió de mi habitación yo miré en su direc
**********
me estiré un poco y mis huesos sonaron, bostece y froté mis ojos para acostumbr
aún medio dormida. Ella se acercó a mi lado y se
e amo ¿cierto?– yo a
amá no tengo nin
conmigo.– yo me levanté
!– dije apreta
sado y dudo mucho en decirme y yo sé que ella no tenÃa intención de decirme nada casi le supliqué para que me dijer
y me levanté de
r favor.– ella cambió su postura
ue siempre tienes la razón y te e
nó y trato de enmendar su error, pero ya era tarde. Yo comencé a recoger todas mis cosas y ella caminaba detrás de mà pidiendo disculpas la ignoré todo el tiempo la saqué de mi habitación y cerré la puerta busqué en mi escondite mis ahorros y me cargué la