Rindiéndome ante el Señor Rojas
uien no dejaba de gritar ante el contacto del alcohol en su piel. Mi corazón se contrajo al verlo así, y cerré los ojos con fuerza al re
rme de esta manera" me dijo a
igí a mi padre, pa
que sucedió
tear con Tessa —contestó Alex, sent
r esa obsesión de estar espantando a cualquier muchacho que quiera
—se quejó, haciendo
tengan que sacarme del hospital por una i
su mirada hacia mí—. Pero no dejaré que
razos a la altura de mi pecho—. ¿No crees q
blando con ese rubi
ra
—preguntó mi hermano Anthony
vertirme en esto, mi furia únicamente solía dejarla salir en los enc
uando sostuvo mi brazo para que dejara de golpear a su hermano. Sus enormes ojos grisáceos m
? ¡No era ni un puto adolescente
mpleta idiotez —confesé presiona
ano? ¿Acaso el a
a mencionarlo! —dije, apretand
Cuándo vas a acep
tarlo, porque
do hacer nada para evitarlo —dijo en voz baja—. Ob
hermano mayor. Saluda a mamá y a papá de mi
hacer eso. Ya esa no era mi casa; había dejado de serla j
ra
rimer curso lo compartía con él y Allan, pero gracias a sus fuer
e, Trevor y Pablo eran los únicos dos chicos que mis hermanos soportaban que me dirigieran la palabra, pues sabían con certeza que ninguno de l
—comentó, viendo
a problemas para ver esta mañana —
apá —rio, empujando las puert
or —repliqué, poniend
del salón de clases; la profesora estaba embarazada, y le hacía falta poco tiempo para estallar, por
una chica? —puse los ojos e
racias a mis escasos tacones en mi armario, pero yo me sentía bien así, no sabía maquillarme, me daba igual si mi cabello estaba impecable o desordenado en un moño; así había crecido, rodeada de cuatro chicos, aprendiendo las "mañas" de esos cuatro chicos y aun así era feliz; sabía
—murmuré, sacá
mano para mover aún más
a perdido de semejante espectá
a con Trevor... ¡Ah!
como un villano de caricatura—. Espera un momento... ¿Dónde e
mantenía su completa concentración en su computador
—presion
frente, enderezándome para así prepararme para el humor de mierda de la mujer; pero nuev
er
—habló la mujer, observando al rubio
en Allan... ¡Dios mío! ¡A
ué demonios hacía
s Clark se dejó caer en su silla con un gesto cansa
igió su mirada a to
re es Ma
chico al frente que ten
tió—. Mi nom
el rostro? —pre
a cabeza—. No es bueno arrebatarme un
io
egunta? —cuestio
voz de la pelirroja y capitana de las porristas,
tó, viendo en mi d
podemos comenzar. Busca un espacio, Mason
Theo y se dispuso a sacar sus pertenencias de la mochila. Llevaba una extraña combinación entre una camisa de vestir y un jeans, su cabello lucía desordenado y su
a cabeza, pues me había perdido desde la mitad de la lección,
dijo miss barriguita antes de que
oni
pregunté a Tre
ndo su mano fre
de América, ensayo para mañana. —contestó, ac
e poner un poco
Nos internamos en el pasillo lleno de jóvenes universitarios los cuales se dirigían a sus salones de clases o lugares de descanso. T
, con sus pupilas negras clavadas directamente en las mías. Noté como me recorrió con la mi
—con
me hacía un gesto con su
contigo un mome
heo —le sonreí y él asi
os metros de distancia, levanté un poco la cabeza para poder
ucho —a
rdo, e hizo una mueca mi
s fue audible, sonreí y
? No pude
la voz. Sin importarle ser escuchado
crucé los brazos a
la que casi env
í de control. No suelo actuar nunca de e
mano —manifesté antes de girar
llegas a la salida, Tessa, tú puedes. Aún podía sentir su mirad
bre mi hombro y él abrió los brazos—.
e, mordiendo mi labio inf
ienes que s