Eres Única Para Mí
ho, puedo hacer
s llegaron a la mesa, él tomó su plato de forma natural, cortó el bistec en pedaz
se recostó en el respaldo de la silla. Su ca
La miró impotente y finalme
a, ni una duda, si
odía ver a través de ellos con claridad. Ella frunció los labios y respo
o había estado estudiando en el extranjero en los últimos años. Las posibilidades de que se r
engañarla sin dudarlo. Después de todo, todo se debe a que ella nunca le había dado algo que una novia debe
se a su identidad lo an
r, Elliott miró a
de que ya no era solo Sherri Leng. Se había c
Esta vez, Sherri abrió la boca vacilante, pero sus mejillas y or
e levantó y se sentó a su lado. Recogió un plato de sopa que sostenía
s y parecía que le ardían tanto los p
. Grac
. Tal vez fue porque estaba nerviosa o porque la sopa est
daba palmaditas en la espalda con el ceño fruncido. No esperaba que esta chica orgullosa y d
lliott se limpió las lágrimas del rabillo del ojo con las pulpas de sus dedos. El repentino toque frío que sintió la hizo querer alejarse de él por reflejo.
e acostumbrarse a su
sta vez, su voz estaba llena de impote
sien
te, con la espalda erguida y con iniciaci
ó el sentido y llenó otro plato de sopa. Esta vez, Sherri no se negó ni entró en
ola todo el tiempo, pero Elliott no lo mordió. Ella frun
tomó el tenedor que usaba para alimentarla y se lo comi
erri había crecido y nada podía asustarla, solo temía los repentinos truenos. Nadie lo sabí
hizo todo lo posible para soportarlo. Se sentó derecha como si nada hubiera pasado. E
eno. Sherri tembló un poco, y con un destello de sus ojos oscuros, Elliott sostuvo su
identidad, y esto
ra reaccionar, escuchó la
sde el fondo de su corazón. Justo cuando estaba pensando en eso, Elliott ya la había sacado. Sean Shen ya los había estado esperando con un paraguas afuera
empaquetadas y vivirás en mi
uto, dijo Elliott a l
herri se congeló d
por la noche, se las arregló en el pasillo del hospital y no tuvo tiempo ni dinero para alquilar una casa. Ahora que E
beza, Sherri no dijo
te envíe a casa más tarde. Le pedí a Kate que limpiara la habit
ía pensamientos al azar, un toque de impote
, especialmente cuando lo escuchó decir que había limpiad
ía hecho era exactamente lo que le preocupaba. Parecía que él sabía lo que ella estaba pensando en
se volvió para mirar a El
como antes, pero él dijo: "Sra. Mo, creo que ya no nec
e sonrió y se dio la vuelta para sentarse. A través de la ventana, todavía había un estallido de truen