LA MUSA DEL TEATRO
a ser muy equilibrada cuando se trat
ntras empacaba su maleta para su cl
terminar, había crecido y aprendido todo lo que sabía de la vida en aquella gran ciudad. En medio de ese esplendor y smog, ella dio sus primeros pasos a la actuación, justo cuando su madre le hacía aquellos polémicos disfraces para los actos de fin de curso en el colegio. Esos fueron sus inicios en la grandeza del corazón de una artista. Dejándose divagar un par de horas, por fin pudo terminar de empacar vaporosos ve
gracias a un pequeño resplandor de sol que entraba y le daba como por casualidad directamente al rostro, ni siquiera tuvo tiempo
e y revisar la puerta de abord
s esperaba pasar por los habit
llegar a Barcelona, cuando de repente su estómago (con un ruido casi ensordecedo
dijo un hombre detrás de ella en la fila,
l hombre extendida hacia ella entregándole un pequeño y del
avorito- p
ceptaría, pero en realidad ahora me mu
ando bocados de aquel delicioso sándwich r
su madre en su mente: -No aceptes comi
en voz alta y riendo, a lo que aquel extraño le dijo –tra
ijamente, tenía unos hermosos ojos
do pulgar le limpia migajas que habían caído sobre su ch
sto es mío, Amanda-cierta
nombre-dijo Pablo mientras sus ojos brillab
o a su lado contándole que se dirigía a Bar
, Amanda?- le
tudiar teatro
tro?
teniendo en cuenta que tal vez ese chico tan inc
facilidad que tienen los actores para fin
abras de Pablo, se da cuenta que les han a
os compartimientos superiores, ella se
, los ojos de Pablo de no paraban de
me miras?- l
nada, solo est
responde inqui
cir tan angelical como pícara- a lo que pablo se ríe con una sonora
las dos cosa, Pablo, pero se
de deseo por conocerte- le
nada significó para el mundo, cambia