El Cruel Engaño de Mi Terapeuta Celebridad
onaban en la estéril sala d
ructura única, es casi un evento único para ti. Llevar este embarazo a término ejercerá una presi
ironía. Aquí estaba yo, luchando por una vida que apenas tenía dentro de mí, una vida por la que estaba dispuesta a sacrificarlo todo. Mientras tanto, Car
a ardía en mi mente, un fue
antes, un destello de algo ilegible en sus oj
-había dicho-, y conf
a torpe, olvidadiza, a menudo rompía cosas. Carlos s
lejandra. Tus están
atisbo de algo parecido a la piedad, incluso un destello de curiosidad, cada vez que Carmen hablaba de su "sufrimiento". Yo, la tonta ingenua, incluso había intentado ayudar a Carmen a encontrar un refugio, ofr
amarga escapando de mis labios-, mi intento de "salvarla" por medios éticos fracasó
en mi estómago, el teléfono de Carlos vibró. Un mensaje. Luego otro. Su rostro, iluminado por la pantalla, se suavizó.
, o la falta de ella. Siempre ha
una conexión profunda. Debemos mantener una dis
uel. Había usado su profesión, su experiencia, para crear un abismo entre nosot
creí. Ahora lo entendía. No se trataba de hormonas o bienestar. Se trataba de ella. Y e
Y con esa comprensión, una profunda sensación de abandono me i
. Las palabras se formaron en silencio, una declaración tranquila y resuelta. Había te
colonia habitual. Me miró a los ojos, luego apartó la vista rápidamente, pasándose una mano por el cuel
s? -pregunté, mi voz plan
stre
jo de tejido profundo. A veces los pa
pletamente
molestarme en oc
ró la g
das por un tiempo, Alejandra. Mi trabajo es increíbl
cusa. O
focante. Seguí con los movimientos de prepararme
ma de Carlos vibró. Eran las 2 de la mañana. S
teléfono, su voz car
ves de su auto y salió por la puerta
po de claridad se había apoderado de mí. Necesitaba ver. Lo seguí, mi auto detrás del suyo por las calles desiertas, las luces de
opa estaba rota, una mancha de sangre visible en su frente. Parecía frenético, su compostura habitual completa
su rostro grabado con un miedo y una preocupación genuinos. Él, el hombre que se desinfectaba meticulosamente las manos después de cada paciente, q
. Pero esta vez, fue una ruptura li