El amor que trasciende la propia muerte

Lawso

Kael. Idénticos en estilo, diseño, hasta los diminutos y brillantes diamantes. No eran solo regalos; eran mitades a juego de un todo, diseñadas para entrelazarse, para pertenecer

moviéndose de los collares a Kael, luego a mí, suplicant

o extraño y aterrador. Mi voz, cuando salió, fue so

encia! ¡Ustedes dos tien

do quebradizo y agudo q

rmosos. ¡Y con una te

oreo exagerado, tomé el dije de montaña y, a pesar del nudo sofocante en mi garganta, lo puse enci

gre. "¡Se ven perfectos juntos! Es como si ambos supier

tento desesperado y patético de

nreír para una selfie, los dos co

sonrían! ¡Foto

táneamente, capturando un momento de

alpable, una manta sofocante. La mandíbula de Kael estaba apretada, un músculo trabajando furiosamente. Sus ojos estaban oscur

ente, aunque claramente ner

Le estaba diciendo a Kael cuánto te gustaba el océa

ransparente, pero se aferró

mentiras. Su silencio era un grito. Dejó que ella cargara sola con el peso de su e

enredados emocionalmente; estaban entrelazados, sus vidas, sus regalos, sus secretos. Y yo, sin saberlo

ente brillante. Agarré una botella de champaña del enfriador, mis manos

labra fue un

ntro de mí. Bebí profundamente, dejando que el ardor agudo del alcohol cortara el dolor crudo en mi pecho. Quería

bitual comenzó a disminuir, reemplazada por un habla ligeramente arrastrada y párpados pesados. Fue la primera en sucumbir. Su cabe

e... que serías bueno p

, perdidas en las profun

para quién? ¿Qué sabía ella? Pero mi garganta estaba apretada, aho

omó en brazos sin esfuerzo, su cabeza descansando contra su hombro, su brazo colgando holgadament

su voz suave, casi tierna, mientras miraba a Carmen.

istal frágil, sus pasos ligeros y decididos. La puerta se cerró con un clic, dejándome sola en la sala sile

onexión era innegable, una fuerza silenciosa que me empujaba fuera de su órbita. Yo era la reliquia, el comodín, la que simplemen

insípido, sin inspiración, como todo lo demás en mi vida se había vuelto. Di un bocado, luego lo dejé, la dulzur

a dejar a Kael. Estaba empacando para un tipo diferente de viaje. Uno para el que me había est

ardados, había objetos en miniatura, símbolos de nuestros recuerdos compartidos: una diminuta concha de nuestra primera ida a la playa, un telescopio en miniatura de la

Mi corazón dolía por la pureza de ese amor, por la inocencia de aquellos días. Tracé el contorno de u

posterior del pájaro. Una pequeña escritura grabada. Mi corazón

Era escritura. Palabras diminu

ilumina la habitación. Alicia estaba callada, como

ás. Tomé otro objeto, un faro en mini

ento una atracción hacia su fuerza, su fuego. Alicia siempre parece tan fr

iario de sus afectos cambiantes. Sus quejas sobre mi naturaleza tranquila, su admiració

lla. Quería simplemente abrazarla, decirle que todo estaría bien. A

la mañana. Habían crecido, lenta, insidiosamente, justo debajo de mis narices, mientras yo estaba tan concentrada en luchar

s, en la parte posterior de un pico de mont

, pero... algo ha cambiado. Creo que estoy enamorado de Carmen. Y ella..

y punzantes. Iba a decírmelo. Iba a romper conmigo. Pero no lo había hecho. Todavía no. Solo est

mones ardían, un sabor agudo y metálico llenando mi boca. Cuando el espasmo finalmente ced

ar la evidencia, tratando de recomponerme.

un crujido. Kael estaba allí, recor

¿Estás d

de una extraña mezcla de pre