Única Y Especial
ad, que te casarías conmigo y que me darías muchos b
on a Irene, quien se dejó caer
alcohol! ¡No recuerd
en este lío!', pensó
stás echando atrás sobre lo que me prometiste anoche", dijo él. Mientras tanto, la mujer seguía demasiado ocupad
que se había sentido atraída por sus hermosas facciones mientras estaba borra
decía eso ahora, sabía q
stro, dijo al final: "Lo pensaré. Además, apenas nos conocemos todavía. ¿Qué pasará si segu
Xiao, recién graduada en la universidad, y que vienes de una antigua familia que se dedica a la cocina, los fideos como especialidad. Tu madre tiene una tienda de fideos y la diri
respir
o como para haber compartido toda esa in
carácter de cada uno no encaja con el del otro, y nos damos cuenta de el
En cuanto a tu carácter, puedo conocerte más después de casarno
a, temiendo lo que podía venírsele encima, y entonces pensó: '¿Por
eres como tú que rompen sus promesas, así que no me voy a enojar por ello.
, que todavía estaba allí colgada, quitándola de la percha al tiempo
rostro del hombre cuando había hablado antes, y sabía por experiencia lo doloroso que era que te hicieran daño;
mojada y salió del baño, lanzándole una mir
hacia la puerta antes de es
a un mo
rró de la cara al volverse, para fingir y reemplazarla por una de
y si quieres, pode
legó a la conclusión de que era lo mejor. Era consciente de lo que se sentía cuando otros
po, dado que no se había acostado con ella cuando tuvo la ocasión y la h
aparentemente no le importaba el drama que aquell
gistro matrimonial miró al apuesto Aaron y a la joven Irene. El empleado bajó la cabeza para estudiar
asinti
si no a él", y dirigió la at
ida por las palabras del oficial, y
expresión en ese momento era completamente sepulcral, como si los nervios
ar marido", dijo Irene a la defensiva; efectivamente, al contrario de lo que insinuaba el empleado, era una mujer b
realidad, la mujer solo est
iraba con ternura, como si realmente fuera su prometido, y no cambió la expresión d
ojos eran verdaderamente un tesoro como de otro mundo, y mira
s ojos, y poniendo una mano suavemente en su hombro y la otra