Borré Mi Vida Por Su Engaño

, me puso un collar de diamantes frente a

la mujer más afortunada, la due

cuando sentí el perfume d

las escrituras de un parque de diversiones que

e una prueba de embarazo positiva y un mensaje de e

mor eterno mientras sus amigos s

escándalo.

piedra. Si él quería jugar a tener dos vidas,

orrar mi identidad digital y

mesa y le envié un último me

lo de anivers

y las pruebas de su traición, yo ya era

ítu

oria

Mi voz sonó extrañamente tranquila, como si estuviera pidiendo

céptica, pero vi el brillo del interés en sus ojos. Él manejaba casos de

es... una solicitud extrema. Significa desaparecer por completo. Sin antecedente

en los suyos. "Exactame

edo. Solo una fría determinación que m

o su tableta. "Al menos dos semanas para asegurar qu

í, mi voz ahora un poco más fue

un boleto de avión de solo ida. Oaxa

s noticias. Un rostro familiar, el de Franco, sonreía a la cámara. Estaba de pie fr

ía como el "magnate inmobiliario que derrite corazones."

ora, sus ojos brillando de admiración. "Cinco años de matrimonio, y e

labios. Un amor eterno const

ria". Mi nombre. Irónico, ¿no? Franco siempre había sido un maestro de las grand

ntarios envidiosos. "¡Qué hombre tan romántico!" "¡Victoria es l

de mis párpados. No eran lágrimas. Era la

s y un suelo fértil de confianza. Sin eso, por muy hermosa que parezca, se marchitará." Desde niñ

una devoción que parecía inquebrantable. Flores diarias, serenatas bajo mi bal

o crecido. Casi se ahoga. "Por ti, Victoria, haría cualquier cosa," me dijo después, con los

i respuesta era la misma: "Franco, mi corazón es tuyo, pero una traició

o en la oscuridad de nuestra suite nupcial, "no habrá vuelta atrás. Mi amor es todo o n

nzó como un animal salvaje. Sus promes

ansacción. Una ilusión. Una máscara que la ge

endo en la oscuridad de la pantalla. Mi mano no tembló al firm

a algo más, algo dulce y ajeno, lo precedía. Entró con una sonrisa radian

nuestra mansión. "Perdóname por la demora. La inaugura

nuino. Me besó en la frente. Sentí un escalofrío de repulsión. El ol

diamantes. "La Victoria," susurró, los ojos fijos en mí. "Cad

ea repentina.

z plana. Mi corazón, si todavía t

esto dramático, me colocó el collar alrededor del cuello. "Nunca

ando fríamente sobre mi piel. Me sent

e, mi voz apenas un susurro. Extendí una

ún radiante. "Oh, mi Victori

en sus ojos. "Ábrelo en dos semanas. En la noche

o guardaré con este recordatorio." Sacó su te

lar frío sobre mi piel. Una sonrisa amarga se dibujó en mi