Cinco años de amor perdido

iela

uejaba dramáticamente, y yo, tendida en el suelo, retorc

uda y exigente. "¡Papi! ¡La tía Estrella se

e duele la cabeza. Creo que me voy a caer." Su voz era débil,

ló con el dedo. "¡Mami Gabriela siempre e

en mí, llenas de desaprobación. Al parecer, mi dolor er

suspiro de exasperación. "Gabriela,

Estrella, la levantó en sus brazos como s

do triunfalmen

tía Estrella al ho

ostro pálido. "Sí, mi

lanzó una última mirada, rápid

Se fue. Los t

volvió

a risa histérica, que se mezcló con el s

e rostro amable se inclinó sobre mí. "Dios mío, señorita, ¿e

e resp

a desinfectante invadiéndome la nariz. La pier

bueno que despierta. La señora Estrella Fe

regunté, m

ar muletas por un tiempo. Y un fuerte golpe en la ca

zó a calcular.

terminaba

vadió. Aquí, en esta cama de hospital

illaciones, de las expectat

entía desde hacía

a Ferrando estaba en la habitación de al lado. ¡Qué afortunada! El señor Angulo no s

en mis labios. "Qué ate

cho. Ojalá mi esposo fuera

poyándome en las muletas

ra el baño. Era la h

sentado al lado de la cama de Estrella, leyéndole un libro. Yer

ilia pe

intrusa, observando

n silencio. Regre

ó con curiosidad. "

onrisa. "To

ba en la mesita de noche. Lo tomé. Ni

reo electrónico.

darle la fecha límite para la entrega de su

to. Mi sueñ

raerme mi laptop? Estoy en el hospit

etió que

mergí en mi mundo, en mis

cciones. Las palabras fluían, liberando todo el dolor, toda la f

la escritura. Enc

terminé el manuscrito. Con u

o. Una avalancha d

Leandro