Del Omega Rechazado al Lobo Blanco Supremo
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o sangre negra mientras la manada celeb
lfa y mi Compañero Predestinado, no
i cabeza-. No arruines esta noche con
ero él simplemente me ordenó salir de la
Ceremonia de Ruptura para romper nuestro vínculo
mi último aliento, la
e probaban que Lidia había estado envenen
o a la asesina y rechazado a su verdadera compañera. Torturó
pens
una me mostró mi reflejo.
s rara y poderosa de todas
en paz -dijo la Dios
obaron. Miré el poder
ije-. No por su amo
r primera vez en mi
ítu
vista d
ginosamente, un caleidoscopio de cristal y luz que se
asado, perfumes de diseñador y las pesadas f
ración del año: Lidia, la favorita de la manad
sentía com
mis labios. Cuando la retiré, el lino
angre. Era la
ó el Doctor de la Manada, inclinándose c
totalmente comprados. Estaba en la
dula. Tu Loba Interior... ya no puedo
se suponía debía guiarme, proteg
da por la "medicina" que mi hermanastra Lidia
o lado de l
aba él.
n un esmoquin a medida que no podía ocultar e
on la mano descansando posesivame
lpeó con una fu
gra. Era el lobo más poderoso de la re
n alma. Pero él no quería a una Omega rota
Mental. Era la red telepática que conectaba a cada miembro
ré únicame
oz mental temblando. *Necesito ayuda
lón, Caleb se tensó
n destello de algo -¿preocupación? ¿instin
abeza, fría y dura como el granito. *No a
ho aumentando mientras el vínculo entre nosot
e sil
peó. No solo habló; us
jo, aplastando mi voluntad. Pero el dolor físico e
ocío de sangre oscura golpeó el inmacu
detuvo. La
. No para ayudar, sino para cer
l salón silencioso-. Sabes que tu débil cuerpo huma
mirándolo-. Caleb, mir
, reina del dr
su lado, su rostro una máscara d
l brazo
tá celosa porque conseguí el ascenso.
ntal. Su voz taladraba mi cerebro. *Levántate y vete antes de
mbre que se suponía debía aprecia
go sus zapatos lustrados, que t
fue todo
on voz baja y cruel-, hazlo en otro l
Fue el último hilo de esperanza al que me ha
do se desvaneció. Fue reemplazado
o de la mano, manchando mi pi
iernas temblaban, per
lta. Mi voz era rasposa, pero se e
staba sentado en la mesa principal, obs
ije-. Quier
ecorrieron l
r forzosamente un Vínculo de Compañeros. Rara vez se hacía, y general
ego se entrecerraron. Me agarró del brazo, sus
eó-. ¿Crees que este pequeño truco
ntiendo -sus
vete! -ru
emp
equilibrio en el suelo resbaladizo
ó la Voz de
o. Me arrastré hacia atrás, humillada, rota, mientra
baleándome. No lo m
gemido lúgubre, un sonido de absoluta de
estaba simplemente d