El Defecto Humano Es La Reina Loba Blanca
de L
staba res
debería haberla aplastado contra el suelo. Verla allí de pie, pálida y
i lobo. *Huele a nada, pero se m
a en mi oído, su voz goteando veneno-. Te
nada me faltara al respeto aquí. No cuando estaba tratand
á alterando el orden. Es mentalmente
zó, sacudiéndose el efect
, A
o cruel en los ojos-. No la echen todavía
en el suelo que cayer
quedarse en el hotel, que trabaje por ello. Eso es para lo ún
jugada de poder clásica. Establecer domi
os-. Límpialo, Elena. Y tal vez
garre. Me sorprendió su fuerza. Retrocedió, af
Y no soy tu enemiga. Solo so
do. Quería parecer competente antes de que llegara e
e movieron par
ara defenderse, la luz del cande
ración s
cí esa
y estúpidamente enamorados, había comprado una geoda grande de piedra lunar para e
a promesa que rompí cuando me di c
davía l
espués de todos los insultos, después del rechazo, después de c
o para detener
voz más suave, ca
aba más delgada, cansada, pero seguí
nrisa tocando mis labios-.
recía co
Qu
a rígida de Serafina a mi lado-. Viniste aquí a buscarme, ¿verda
¿Por qué más estaría aquí? ¿Por q
ando -dijo Elena,
o-. Tal vez... si ruegas apropiadamente... pueda encontrar un lugar
generosa. Una o
gratitud. Esperaba qu
n una expresión de pu
aja- es para mi hijo. No t