De Novia Despechada a Reina Despiadada
sta de Auro
de invitados, mi cuerpo adolorido, mi mente un pantano febril de recuerdos. En mi delirio, creí sentir u
ejandro estaba sentado en una silla junto a
ra. Tu fiebre era p
r mi mano, p
avemente-. Sabes que habría vuelto a ca
y sin humor, esc
propios ojos fríos-. Tú y Kiara, una mentirosa manipulador
sabe? ¿Cuánto sabe?* Rápidamente recompuso sus
n anémica severa. Se le hacen moretones fáci
oz bajando al tono bajo y serio
, te lo prometo, tendremos la boda. La boda más grande y herm
yo quería? ¿Me entendía en absoluto? ¿O solo era un papel que neces
antalla, su expresión cambi
caminó hacia la puerta-. No, no, no estoy con nadie. Solo en un
, una sonrisa practicada y
lama. Desca
na máscara en blanco. No
en sus ojos mientras observaba mi ro
labras sonando huecas incluso par
rueba final y cruel p
plana-. Tu "reunió
azado por la justificación familiar. Ella seguía siendo la orgullosa y
loré por el niño que me tomó de la mano con los nudillos raspados, por el joven que me escribió cien cartas de amor, por el prometido que nombró a su empresa en mi honor. Lloré hasta que mi gargant
friante tomó su lugar. Había terminado. Terminado de espera
án Dyer, mi supuesto esposo. El teléfono s
marcó no está dispo
andro. Una risa amarga se me escapó. Parecía que el universo
sola, me salva
ientes y felices, era una burla. La estrellé contra el suelo, el sonido del vidrio rompiéndose un bálsamo para mis nervios deshilach
pisarlos. Encontré unas tijeras y comencé a destruir metódicamente todo. Corté su rostro de cada fotografía, dejando un espacio va
a. Llamé a una organización benéfica y les dije que vinieran a llevarse cad
ntasma de un amor que había muerto. Me duché, empaqué una malet
udad borrosas a través de mi visión empañada por la
s al aire libre. Un letrero en la ventana anunciaba equipo de escalada y senderismo. Un recuerdo parpadeó: un viaje a las mont
ora -había prom
esperando a
n saco de dormir, un par de botas de montaña resistentes, un arnés de esca
taba cargando el equipo en la parte trasera de mi camioneta cu
rta de golpe, su rostr
está ell
quién? -pregu
jos posándose en el equipo de campamento en mi cajuela. Una sospecha oscura y fea torció
dedos clavándose en mi mand
o y aterrador-. Kiara es más importante de lo que puedas imaginar