Prisionera De Su Obsesion De Amor

só al salón

escenario. Las risas y la música resonaban en aquel espacio majes

esposo ahora-y lo encontró c

gante. Evidentemente pertenecí

osa de un gran hombre como el hermano Dam

a familiaridad... significaba que

a ensayada y elegante, como si realmente agradecie

sa -dijo la muj

Clarissa -contestó

. En cambio, se inclinó hacia Damian, aferrándose de su b

fiesta? -preguntó coqueta, ignorando por co

te ves tan apue

ó Damian, con un

ono... jamás lo había usado con ella. ¿Era por Livia? ¿Acaso le import

lla sabía muy bien de quién

adas. Algunos invitados lo saludaron con reverencias respetuosas a su paso

puños en silenc

lver aquí solo para dejarme otra vez? Habrí

untó Clarissa, su voz tornándose gélida de repente. La dulzura se

no par

ía preguntarle a mi espos

No sueñes con ga

ner su fastidio. '¿Cuál es su problem

a soy su esposa -respondió con voz melosa,

as. 'Uf. Eso sonó más pr

Clarissa se c

uién ama? ¿Con qu

lma-. Pero a partir de esta noch

arissa se tor

Tú

tes, señorita Clarissa -lo cortó Livia con voz fi

e has gana

, murmurando maldiciones entre die

se, los hombros erguido

sonas como Clarissa la destrozarían. Casarse con Damian Alexander ya

.

ió y la fiesta fue

uno de sus conductores, antes de marcharse en

cómo el auto de su esposo se alejaba. Se mordi

o lo que

había te

casados-un abismo dispuesto a tragarl

ñorita -dijo el chofer

molestia -respondió Livi

trovisor. Ninguna mujer cercana a Damian l

lágrimas deslizándose sil

una imponente reja de hierro

ero a ella le parecía una jaula dorada. Vio guardias apostados en sile

la madre ni de las hermanas de Damian. O bien se habían

citaciones por su boda -dij

rzó una

chica entregada a cambio de una deuda. Ust

da. La acompañaré

majestuosa escalera. Livia lo

frente a una

sta es su habitació

mir en otro lado? En cualqu

vor, se

Está

tan lujosa como se había

esa puerta. Y aquí tiene su ves

parp

maleta sig

necta por dentro. D

pondió de man

rio agradecer

e, Livia se dejó caer en el

lmente había caído e

o hubiese cocodrilo

cio, se levantó y s

a boutique?' pe

separados, ambos perfectamente

baño para cambiarse. Cuando regresó, tomó una man

u cama por

en quedar