Una segunda oportunidad con mi glamurosa exesposa

earon, mientras se tambaleaba al borde del éxtasis. Enterró la cara en la almo

en el cuello y la oreja. En un susurro ahogado

as brotaron libremente, empapando la te

había descubierto la cruel verdad: no era ella quien ocupaba un lugar en su corazón durante esos momentos

ajo la manta, con los ojos brillan

z suave, inclinándose para besarle la mejilla.

", respondió ella, con la

ó inmóvil.

dolor que la consumía, Madelyn se incor

ido, soltó una risa burlona. "Estás bromeando. No digas tonterías". Se dirigió hacia el bañ

afilada y resuelta. "Cuando haces el

te, con una expresión de puro a

la manta, su expresión era una mezc

n mí... o en Rebeca?". Su voz er

e Rebeca. Llevas diez años enamorado de ella, y tu matrimonio conmigo... n

do su mundo. Le reveló que el verdadero amor de su esposo era su hermana adoptiva

rándole pastelitos a Rebeca en su pastelería favorita", continuó Madelyn, y cada palabra era una

sombreció, pero no of

do a la hija mayor de la familia Clark. Cuando yo regresé con los Clark, el compromiso recayó sobre mí. Pero Rebeca anhelaba esa unión. As

ían por su rostro

la verdad, verbalizarla se sentía como

acido del amor, solo para descubrir qu

tan gélido que los tiernos susurros de hacía un momento parecían pertene

de Madelyn. "¿Así que no sientes ningún rem

a de campo que no encajaba. Todos mis hermanos adulaban a Rebeca y me trataban como a una i

manta se deslizó, revela

su matrimonio era su

lark la reclamó, el

hley Howard, la hija de la pareja

adelyn les recordaba constantemente la pérdida de su propia h

para Madelyn, así que aceptó regresar con

sobre ellos, se llenaron de resentimiento. Incapaz de aclarar el malenten

r eso, la amabilidad de Jason brilló como un faro en esa oscuridad. Ella se

nte la había

o veía, no era más que

ciencia de su esposo, que la miraba como si estuviera delirando. "Eso fu

a pesar del dolor que la devoraba. "Hoy es nuest

la única respues

se dibujó en los labios de