El amor nació cuando la máscara cayó
jando claro que no tenía intención
cuello. Había pensado sinceramente que la estrangularía en ese
donde se sentó con la mente cargada, lame
e desvió hacia la puerta, sorprendi
escabullido, pero unos pasos más tar
elo, Elena le mandó
a noche con Grayson y había e
el teléfono hacia el suelo, enviánd
está tentada de meterse en su ca
izo que Elena lev
astante abierto como para dejar al descubierto la línea firme de su cuello
ra descuidada le daba un aire de príncipe mima
esculpido con una precisión impo
esposo tan guapo era una bendición
, dijo ella, eligiendo sus palabras con
se dirigió a la cama, se deslizó
so rígida e
cía allí en absoluto. Como el verdadero residente de la habitación no quería sabe
ndo actualizaciones con Mina
o cuenta de que las acciones de
an invertido, ella podría h
tió frío, pues el calentado
inquietud la invadió al pensar en compartir habitació
en su mente como fragmentos de un sueño, dibuj
ía elegido este matrimonio, y con esa elección v
.
o despertó a Elena de
cama, ni siquiera una manta; cualquier seña
do nada más que
ijo: "Encontrarás algo que ponerte en el baño. Arréglate antes
rnudar, preguntándose si realmente le
s que pasó en el suelo la habían dejado con las pier
dirigía cojeando hacia el baño y, solo por
la se quedaría en el
mantener su distancia. Sensata
, sonó su
a la puerta del baño
z llorosa de Elena se es
e dio crédito por su moderación, ell
vántate", respond
sión, Elena dejó escapar las
rse de pie, nunca habr
la voz temblorosa como si el propi
e ponía los jeans había terminado mal. U
léfono, o de lo contrario se habría vi
dolida y resignada, aunque sabía que
, pero Elena imaginó que su silencio significaba
susurrar, desesperada p
erda
llamada se cor
a menguar, la puerta del b
stia evidente al contemplar la escena:
levaba un brasier negro, con una pierna metida dentro de los jean
senciado una escen
r, pero no había
lo. Solo le quedaba acepta
zo sentirse aún más pequeña, y se encog
empujándose débilmente contra el suelo. La agonía la
ieron y, sin decir nada más, se
algo se le tensaba en la garganta. Reprimiendo la extraña sens
acilar, se cubrió con ella
n pesaba más
r qué tenía que ser aquí,
a que no se había de
silencio la envolviera, demasiado
u celular y ma
padres... No, yo no s
n hacia Elena, que se había envu
u cama lo hizo fruncir el ceño, la
a causar problemas. U
ía llamado a un médico. Poco a poco, se apartó la man
se quedó
ella, mordiéndose el labio. "Técnicamente, so
a en el baño. Volvió con un conjunto de ropa de estar
pletamente surtido: desde artículos de tocador nuevos hasta
jeó con los pantalones, su cuerpo
resistía a cooperar. La sencilla ta
e posaron
ció aún más, pero comprendió
ella, en voz baja, la hones
humillante que hab
ames a la ama de
manos nada suaves mientras le arrancaba la