El Precio de una Reina de la Mafia
vista de
ompartido -dije, mi voz tan fría y dura como el cristal rot
ble allí, la nueva dureza que se había asentado en lo profundo de mis huesos. Vio que su h
ó lent
a ti, Isabella. Es contra la fa
oso. Era la mirada que ponía antes de una guerra, antes
ue haga -dijo, su v
ro que él sepa lo que ha perdido.
el poder absoluto de un Don-. Será exiliado. Despojado de su nombre, su poder
elicidad, pero era algo sólido a lo que aferrarse en los
levantó de mis hombros. La decisión
pasillo, una imagen de inocencia en un simple vestido blanco. M
Justo ven
lagoso aroma a gardenias me golpeó primero, una ola de náuseas
si su contacto
s -espeté,
mblando, sus grandes ojos lle
asa? ¿H
rás, su tobillo torciéndose en un ángulo imposible. Soltó un gri
nge
pareció en un instante, su rostro una máscara de furi
su tacto suave mientra
ué
sto detrás de él, sus rostr
o a Marco con los ojos llenos de lágrimas-. N
é -dije, mi
un golpe físico. *Estás siendo infantil*, parecía dec
s brazos como si
su voz suave con una ternura que
como una leal guardia de honor. Me dejó sola en el pasill
arrodillado, envolviendo suavemente el tobillo de Ángela con una bolsa de hi
caí de mi caballo durante un paseo. Me había roto la muñec
ayudado, pero su tacto había sid
, su agarre en mi brazo un poco demasiado fuerte. Había atendido mi he
a lesión inventada. No estaba cumpliend
s. Esto no se trataba solo de un beso. Se trataba de u
cristal precioso. Recordé cómo había soste
bra, me di la v