La falsa esposa del multimillonario, mi venganza
n una neblina d
techo, con la imagen de Ricardo y V
le dio un codazo juguetón. -¿No dormiste bien
na sonrisa dé
la Macroplaza. Sentía los p
e matrimonio pública. Un gran espectácul
rosas. Estaba arrodillado, sosteniendo un ramo
pie ante él, con lágrimas
sonó por toda la plaza-. Eres el único amor de toda mi vida. Y
asintió, lanzánd
. Los flashes de las cámaras c
ejó, el sonido de los aplausos
ró. Era un mens
trabajo. Llegaré tarde esta n
impor
mbre al que llamaba su esposo besan
scarada, tan cruel, q
de compromiso. Era en el Hotel La
la, que "Garza" era un apellido demasiado común para algo tan
y se mezcló con la m
mados de la mano, disfrutando
de Valeria. Llevaba un collar de cuentas de madera. Le
blaron mientras escrib
bien. Me du
a y patética parpadeando en su pecho. Quizás mostraría
permaneci
aile se sentía denso, so
llo, escuchó voces provenientes de
tuta. Una doble hasta q
ra frío,
y está perdidamente enamorada de mí
ra. -¿Así que el matrimonio de
a en serio con una arquitecta cualquiera? Valeria es mi futuro. N
bró. Una respu
descansa. No
una bofetada. Frías.
agarró del brazo. -¡Ahí estás! ¡E
lta al salón de baile
en el escenario, con un ma
lando bajo las luces. -Por mi único y verdad
lo besó, un beso po
titud
hay rumores de que estuvo involucrado con alguien má
-Hubo gente en mi pasado, pero ninguna de ellas import
se sintió increíblemente apretado, unapúblicamente to
rían por su rostro. Lloró hasta que su garganta estuv
y marcó un número que
pondió al primer
ofía, con la voz r
estado espera
rza-. Quiero que me borres. Cada rastro de S
teo-. Pero hay algo más que nece