El amor perdido del CEO
corto, pero Miley se perdió en un
vuelta al día de su
ba de pie contra el viento, con lágrimas corriendo por su
o. ¿Por qué también tienes que quitarme a Harold? Papá ya
escena con expres
aún más y gritó: "¡Miley! ¡¿Cómo puedes ser tan des
ar a Leyla del tejado y la boda
o Leyla, Miley termin
buelos, a su madre y
n. En medio de la neblina, escuc
ley
de la dulzura que recordaba. Saliendo len
n momento la frontera entre el sueño y la realidad. Se afe
acabas de
ró la barbilla con frialdad. Su
ionada al ver que no er
. Solo esta
su estado somnoliento, había
ían llegado a la entrada de la villa. Se desabrochó
bruscamente. Entrecerró los ojos y preguntó: "
rendió ante s
etiró con indiferencia su pálida muñeca. Al notar que la expresión de él se agrió, dijo len
sin inm
La abrazó, colocando una mano en su cin
si estás de humor para tener sexo, no dudes en llamarme. De
ció las nalgas
a. Se burló y dijo: "No, gracias. Deberías guardar tus energ
sido más que amigos. Era difícil
el auto... Resultaba difícil imaginar cómo se c
ra estar con otra mujer hizo qu
con despreocupación: "Supuse que habías salido a la caza de alguien con quien tene
onnotaciones sexuales, pintando
mirada fría y subió
o de Harold, que la observó subi
subió tr
ra más bien un acuerdo, no dor
cidió ducharse primero. Después de
a su computadora portátil. Fue entonces cuand
n las piernas recogidas baj
ealizó una videollamada con su asistente y cuestionó: "¿Me estás diciendo que
ng y nuestras finanzas como la razón para
upo Tucker alcanzara sus metas, un descuento del cinco por ciento era crucial. Al principio, amb
una sombra de preocupac
, apenas notó que Harold se acercaba hasta qu
jos recorrer su escote. Él dijo,
consciente de que llevab
mujer, no era correcto que nadie m
a primera hora. Tenemos que presionar al Grupo Douglas para que nos c
la asistente y terminó la
ella estaba leyendo y preguntó con indiferencia:
í"
plan de marketing, con u
y comentó: "Tu plan de marketing tiene fallos, y la familia Do
el problema c
ella y preguntó con tranquilidad: "S
Miley sabía que Harold tenía mayor
negocios, y no era una excepción a la regla
de varios millones de dólares. Miley sabía perf
avemente la comisura de sus labios. Mirándolo con sus ojos r
o en el muslo de ella y dijo con una pizca de malicia: "Recuerdo que al
ador tan mezqui
situación, sino que también
reguntó Miley, apr
ia la parte baja de su abdomen, murmurando con voz pr