Rechazada por mi Alfa: El Ascenso de una Luna Silverwood
vista d
mi
ceptación de Celia fue tan rápida, tan desprovista de la emoción habitual que se adhería
eno. Esto era lo que quería. Alivio
staba de pie junto a la ventana de mi oficin
su expresión
e siente más como la calma antes de la tormenta. Probableme
manada durante años, un hecho dulce pero finalmente inconveniente en mi vida. Tenía que llevar esto ha
e aroma por primera vez hacía años, una fragancia fugaz cerca de las fronteras que mi lobo había reclamado in
era una distracción confusa. Mi lobo lo ignoraba, pero la parte humana de mí siempre había
ndo contra la pared. Román, mi Beta y mi mejor a
elen? -gruñó, su
ondí, poniéndome de pie para enf
o? -Román dio un paso adelante, su enorme figura irradiando am
stá despierto y necesita comer. ¿Podrías venir conmigo al mercado mañana? Necesitamos comprar algunas cosas
ro. Mi compañera el
y mi voz bajó al timbre grave y re
tendrá
n un gruñido silencioso de desafío. Estaba luchando contra ello, su fuerza de Beta en guerra contra mi autoridad de Alfa
ándole la espalda. Salí de la oficina, dejándol
e iba. Escuché sus voces ahogadas a través de la puerta.
cción que sentía por Serafina. Era un vínculo forjado por el desti
lebrado en el salón principal. Hice mi entrada con Serafina del brazo, llevando al cachorro Errante presta
eñal de respeto. Mis ojos recorrieron la multitud, buscando a una persona. La enco
brillantes había desaparecido, reemplazado por un
hacia ella. Esto tenía que ser
erca pudieran oír-. Me gustaría que conocieras a Serafina, mi
ión. Todos los ojos estaban puestos en la
presión indescifrable. Luego, se inclinó en una reverencia elega
a y firme, sin
nor, mi f
l a la perfección, colocó una m
ero sus ojos tenían un brillo de triunfo-. Espero que vengas a nuestra Cerem
hillo. Una exigencia pública para que el
mía por un segundo fugaz. No había nada allí. Ni dolo
dijo-. Sería un
-