La receta amor: la pueblerina es una doctora extraordinaria
n la mirada, en lo que era
icó: "Quisiera hablar a sol
sus intenciones, y se lamentó de que no fuera un poco más cooperativo. Era con
a y dijo: "Parece que Isaac quiere hablar en privado con V
r el matrimonio, por lo que sus palabras también eran un
n, pues no esperaba que fuera tan indulge
omento a solas", contestó
hombro y le dijo en un tono de advertencia: "Verena, re
sonrisa. Aunque su aversión hacia su madre no había disminuido, la ide
é así lo que resta de mi vida", dijo Isaac,
abía pasado mucho tiempo en silencio. Además, su tono
una advertencia, o más bien un recordatorio de la c
ió ella, con sus ojos
mbra cruzó por su mirada al pensar en la verdad que l
a felicidad que se espera en un matrimonio,
no le parecía razón suficiente para condenar a una mujer a la infelicidad. Quien se convirtiera en su esposa estaría renunciando a su propia fe
rena rodeó la mesa y se
go, la chica se puso en cuclillas frente a él, de modo que estuvieran al mismo nivel. Esa era la p
En sus ojos claros no había ni juicio ni lástima; de hecho, parecía que hablaba
mirada de cada pariente que visitaba a Isaac estaba cargada de lástima. Aunque ninguno lo decía abie
cepción. Para empeorar la situación, los rumores sobre su situación se extendieron, y la cruel verdad
s?", respondió Isaac, clavando
stó ella co
xtraña familiaridad, aunque no sabía de dónde venía.
nrió genuinamente, lo que hizo qu
él vio el movimiento, pero no sintió absolutamente nada. Siguió con la mirada
o Isaac sabía que esa no era la intención. Era un hombre paraplé
ego, le dio unos golpecitos suaves, a
gó con l
cada vez más a la base del muslo, hasta que el h
rió él, en un tono que s
ó la mano sin oponer resistencia y
o, con un dejo de burla en la v
r tus p
ón resonó en
bargo, la realidad lo golpeó segundos después, y lo hizo soltar una risa amarga. Incontables expertos habían estudiado su caso
una broma así para alguien con un
o el desprecio directo a una falsa es
ojos de encima. Ella solo había ido a la ciudad por
. ¿Y qué te hace pensar que puedes logra
nte. Comprendió que su int
lo que pasó en el Cuartel
reíblemente hermosa, así que su presencia llamaba la atención en cualquie
pondió: "He estado muchas veces e
a de memoria tenga algo que ver con su accide
de su condición, así que tendría
do. Nadie olvida a la persona que una vez cortejó, a menos que pierda l
pero cuando revise tu historial médico, tendré el pan
ija en ella, mientras el silen
asarlo, sintió que su determinación
logras sanar mis piernas, le daré a la familia Willis todo lo que quiera. Pero mi condición h
ión la golpeó de lleno, desvió instintivamente l
", comen
ojos volvieron a encontrarse, la franqueza en la expresión de la