Tras una larga separación, el amor despierta
esde el divorcio y, en todo ese ti
ellamy en cuanto sus
no se movió. Se quedó
instante ya era una concesión suficiente. No era su masco
s aquí". La voz de Bellamy s
divorciados. No tienes ningún derecho a darme órd
fue rotund
ecieran. Creyó que él se marcharía, furios
e equi
illo y avanzó lentamente hacia ella, ac
de Bellamy le resultaba sofocante a Kallie.
paso, se detuvo y s
to a otro hombre?", reclamó Bellamy, con el tono
colega, Kallie lucía radiante. Bella
a y obediente. Aunque le había sonreído innumerables v
el matrimonio, hubiese sid
ubría en ella una faceta
vivaz y estaba l
reservaba para otros
ustia de Bellamy. Sentía que Kallie lo
divorciados, ¿recuerdas? Tengo derecho a buscar un nuevo novi
za: "¿Acaso la señorita Reynolds sabe que viniste a verme
e tomó su teléfono, dis
el teléfono. "Kallie, quizás creas que estamos divor
ó las cejas
ios estaba
firmado los papel
mado los papeles, así que legalmente seguimos casados. Y si ese
quedó sin
creía que Bellamy estaría
te el último mes, Bellamy había vuelto con Hanna, y la
ulo amoroso, pero ahora Bellamy la descolocaba con aquell
sea! ¿P
lo se entera de tu aventura?", la interpeló Bellamy con aire condescendiente. "Y no soy ta
de furia brilló en los ojos de Bellamy.
r la muñeca y tiró de ella hacia él. Tomada por sorpre
aco y perfume. Era la mis
n una risa cargada de ira, empujó a Bellamy y se burló:
, preguntó Bellamy, en
tro se acabó. Es lo mejor para ambos. Firma los papeles del divorc
rcio cuando regresó su antiguo amor, sino que tampoco le había pedido nada a
jo suyo. Miró a Bellamy con desafío, manteniéndose firm
ció por completo a Bellamy.
papel de esposa sumisa. Nunca había rechazado ninguna de las peticiones de Bellamy. Ahor
ible, que sabía cuándo ceder y cuándo contraatacar. Bellamy
llamy había pensado que él
as de Kallie eran una
cía su mirada. Con su gran mano, le su
la mirada, negán
tienes tanta prisa por divorci
interpongas en mi felicidad y firma el divorcio
sada?". Bellamy le apretó
e que estoy divorciada", respondi
n palabras; solo pudo mirarla insidiosament
no de Bellamy sonó, r
mano en el bolsillo del panta
pequeña mano rozó su muslo a través de la fina tela del
nte se encendi
guió esa llama al instante. "Es la señorit
za era e
y comprobó que, en efecto
e. Si Bellamy se ausentaba por un momento, ella se mol
parecía importarle que
llamy, sin apartar