Esos pequeños momentos
rra y el cuerpo ligeramente adolorido, era evidente en su rostro, pero también había una sensación de satisfacción. Habían hecho un buen trabajo, y el jardí
tado. Pero a diferencia de ella, él no se apresuraba a irse. Estaba mirando el lug
e repente Andrés, rompiendo el si
mirada, sorprendi
vendría bien. Creo que esta jornada me
nrisa que siempre tenía,
s, me parece que este parque tiene uno de esos pequeños cafés es
a se había detenido a mirar ese pequeño rincón donde siempre se veía a algunas perso
tá ese café -respondió ella, sonriendo mi
que les daban un aire acogedor. El lugar no era grande, pero tenía un encanto especial. Mesas de madera
ó Clara, mirando alrededor mientra
des multitudes ni ruido. Es perfecto para relajarse después de
a tarde se filtraba a través de las ventanas. Ambos estaban cansados, pe
és pedía dos cafés, uno negro pa
s -admitió Clara mientras And
no de mis favoritos. Si te soy sincero, vengo aquí para pensar, a veces solo me sien
, sorprendida de escuchar es
o. Pensé que preferirías algo más, no sé,
sa suave, como si l
ensar. Mi vida diaria es un caos constante de trabajo, proyectos y reuniones. Así que cuand
ar rodeada de ruido y movimiento, había algo reconfortante en la
mbos se tomaron un momento para ole
una ligera curiosidad-. Me alegra que me ha
orbo de su café-. Y me alegra que hayas aceptado. Creo que entre tanto traba
amente dulce, con un toque de amargor, perfecto para terminar el día. Mientra
do que el café no solo le estaba calm
ientras se acomo
el café y la tranquilidad. De vez en
había algo en él que siempre parecía tener la cabeza ocupada, y por prime
necesitamos hasta que lo exper
como si estuviera pensando
tos como este me hacen darme cuenta de que quizás hay algo más importante que los pendiente
Había algo en esa conversación que la tocaba más de lo que esperaba. Tal vez había c
da se va tan rápido que olvidamos lo que realmente importa.
evemente. Parecía como si sus palabras fue
ando a Clara-. Para detenernos un momento y d
algo en Andrés que no se podía definir de inmediato. Era como
tamos -dijo, más para ella misma que para
do de la compañía. Las palabras sobraban por un momento. Ambos se sentían conectados de u
mpió el silencio, so
n café después del trabajo
rió sua
as tienen mucho más que of
nda de lo que parecía a simple vista. Lo que comenzó como una invitación casual se había convertido en un momento importante pa
venido -dijo Clara al levantarse, sintiendo que
ientras se poní
ó, y antes de que Clara pudiera reaccionar,
sintiendo que había algo
, caminando hacia el anochecer, sabiendo que tal vez ese café fue s