De las Cenizas, Una Reina Renace
ioneta negra se alejaba de la acera. Kenia Drake, envuelta en una ba
hecho? -
s ojos fijos en la calle de
ío de emoción en la voz-. Los cazadores que con
ventana-. O aprende la lección, o no. De cu
l sonido de mi
Mami, d
nta en carne viva. Estábamos acostadas sobre un lecho de hojas húmedas, el dosel de
gritando en protes
aro, su rostro oculto por una grotesca máscara de jabalí. Soste
razos. El hombre de la máscara
a Ava y corrí. Me sumergí en la espesa maleza, espinas y ramas rasgando
, está bien.
da y cruel, resonó entre los árbo
é, mi pie se enganchó en una raíz. La cabeza de Ava golpeó una rama
de mi miedo. Fue reemplazado por una rabi
udé. Solté un rugido gutural y me lancé sobre él, un animal salvaje protegiendo a su crí
a. Agarré a Ava y corrí de nue
ndo venir de todas las direcciones. Era una c
luz. Una casa, encaramada en un acantilado con
éndome en los arbustos. Miré a tr
ngre se
biendo champán, viendo una gran pantalla. En la pantalla había una tr
nos ser cazada
rió y renació como algo más
ntra mi pecho. Viviré. Y volveré por ustedes. Ha
nmascarados se acercaban, sus oscuras siluetas mo
alto, y cargué contra el hombre más cercano. Le estrellé la roca
grité mientras un dolor candente me recorría. El mundo se volvió negro por un segundo, pero
o borrosa. Pero luché. Luché con lo último de mis fuerzas, una leona defen
ba de rodillas, mi cuerpo una masa de agon
el golpe final. No me inmuté. Solo abracé a mi hija más fuerte, sus
e nunca
aves y eficientes. Gritos de s
ándolos, y a mí, había un equipo de hombres con e
rostro duro y familiar, cam
de alivio y disculpa-. Estamos aquí