Más Allá de Su Arrepentimiento Multimillonario
de una máquina. Mis ojos se abrieron. Estaba en una c
de rostro am
e un buen susto. Te desmayaste
da. Intenté sentarme,
lcera
sa volviéndose un poco más personal. "Pero hay algo
eó como un golpe f
Habíamos sido
ré. "Eso no
", dijo suavemente, entregá
nco y negro. Positivo.
oñando con nuestro futuro. Hablaba de enseñarle a nuestro hijo a jugar béisbol, a nuestra hi
concebido en el amor iba a nacer en un mundo
sar de todo, él era el pa
ublicar una nueva foto. Era de Arturo, dormido en nuestra cama. Se veía pacífico, angelical. La mano de ella estaba
tanto de sí mismo para protegerme. Mi corazón está tan
hace solo unos minutos. "Tú
La tragué y marqué su número. S
voz era fría
comencé, pero f
la voz quejumbrosa de Diana en el fon
se suavizó al instante, goteando una ternura que no
calmaba. Dejó el teléfono, pero no colgó. Podía escuchar cada dulce nada que le susurra
olvió a tomar
espetó, su irrit
stoy en el
ción? Estoy ocupado, Elena. No me molestes con
lg
léfono vibró con un mensa
recuperar su simpatía? Patético. No le importas.
do finalmente llegaron, silenciosas y calientes. Envolví mis b
e inocente vida. Era m
Lo había dejado pe
s tampoco lo
Quedaban veinte días. Sería fuert
isita que tuve fue mi abuela, Hertha. Era mi último familiar
iente de su sopa de pollo casera,
niña. Mírate
sonrisa. No me atrevía a contarle sobre el
rillando de ira. "No es digno de
oy a dejar. Me voy a ca
se suavizó
es mi niñ
mano, su presencia un bálsamo rec
llegó y pasó. Luego la una. Llamé a su teléfono, pero fue directo al buzón de voz. Un nu
rmera, con el
.. fue traída a urgencias hace aproximadamente u
hasta la sala de emergencias. La encontré en una camilla en el pasillo, con la cabez
rité, corrien
noté algo extraño. También estaba inqui
pregunté a una enfermera de aspec
a me miró c
arriba. En
¿Por
palabras detuvi
una tal señorita Hernández, se desmayó. Insistió en que tuviera l
través de mí. Corrí hacia los elevado
s cinco médicos de primer nivel rodeaba una cama donde yacía Diana, con una compresa fría en
grité, mi voz resonand
a, su expresión cambia
é estás hac
ctores de este hospital aquí arriba por ella?", señalé a D
hacia los
uvo un accidente de coc
, sus rostros ll
ó. Se levantó, blo
peligrosa. "La condición de Diana e
orir a mi abuela