Diez años como pupila
pte
e y paciente mientras discutía los detall
a puerta, escuchando la voz que u
as palabras que había
servía d
sabilidad. A qué universidad fuera, a
asos ligeros, como si temiera pert
a su alrededor el espacio en el q
n quinc
dejaría este lug
ma de chinchilla, un regalo de Alejandro por su décimo cumple
ahora en adelante, seré como esta
do su pr
so era part
la lámpara. La habitación
ra de
ta maleta del fondo de su
alos que Alejandro le había
s para conseguirlo en una pequeña y renombrada tienda de artesan
los colocó
un poco más vacío, como si se estuvi
desolación y abrió el caj
uaderno descolori
su d
gistrando su turbulenta infancia después del divorcio de sus pa
ía visto acciden
e esa noche, había ido a su habitaci
ello y le había dicho: "Sofi, eres la
y había advertido a los acosadores. A partir de ent
do en secreto
el diario se volvía más pulcra, y
mio importante y le dijo: "T
o una rosa y dijo: "Es
saje que él le había escrito cuando
e que te gradúes, puedes venir a trabaja
ilencio, emborronando
e los ojos, su exp
ar el diario, pá
ada, un pedazo de su p
ina, arrojó todos los fragme
o, escuchó un ruido
Soto en la sala, arrastrando una mal
dijo Alejandro
en las escaleras y
e traje
Dentro había un hermoso pastelito, una m
a de Sofí
nte alérgic
ervido un postre con puré de mango, y ella había tenido
el acto y desde entonces había convertido l
da preferencia, c
rás de Camila, con un toque de disgusto en
enía una expresión que de
olió con un
afecto, sino que también ha
omó la caja y fo
Camila.
no le im
debería ag
que su decisión de ir