ATRO: LLEGO
os V
ste tiempo que contamos en algunas clases. No soy un hombre cruel que me gusta tratar mal a las mujeres, soy sincero con ellas, me dan lo que quiero y ella obtiene lo que quieren de mí, no las
e que está cayendo dando paso a la no
tación con movimiento rápido despojo mi cuerpo debía ropa, tomo un baño ligero salgo envuelto con la bata de palo me d
n tomo mi cuerpo, me gusta oler bien. Busco mi teléfono y llaves, salgo de la habitación buscando la salida de casa. Le envié, u
do, otro en las mesas con parejas sonriendo y otros llevando su copa a la boca. Terminó de adentrarme, paso a un lado de la barra, vi
mano en forma de saludo- lleva r
cinco minutos.
l lugar? Desde ya
n, tomo asien
elajamos en la mesa, nos entablamos p
de una hermosa mujer y recibí un fuerte gol
te loco? Expres
e que me la cobraría. Dijo riendo el muy maldito:
staría pasar una noche con una de ellas, le pregun
interés por alguna, tal vez solo espero que l
ltaste. Le hice saber
puedes meter en problemas con alguna de ellas, se puede estacionar contigo o, mejor
dad, es solo placer, nada más. No hay amor, cada una
costarte con tantas cosas
on bellas, atractivas, sexy, provocativas.
o de decir. - Va a llegar una que te atrapé y no la qu
a carcajadas. «No pienso enamorarme todavía», eso l
del silencio entre nosotros, pero no de la música a fondo. Y otro conversó de l
lla hacia mí, no debo tener más encuentros íntimos
r que no pase más de ahí, que solo
acer. Tomo el resto del vi
S DESP
s otorgan el título como nuevos profesionales, una mezcla de sentimientos me embarga, orgulloso me siento de estar aquí, nervi
i compañero Emiliano, y no doy con él. Siento una man
a alguien? -preg
da. Lo veo con su traje de toga y birrete.
suelta un suspiro, al p
os divididos por grupo: el de administración, por un lado, derechos en otros y así sucesivamente. Emiliano
**
ito primero a conocer nuestro personajes en la historia de L