etían por salir a la superficie. El aire de la ciudad, que tantas veces había respirado durante su juventud, parecía diferente ahora, denso y lleno de recuerdos no tan lejanos, p
biado del todo se mezclaba con la constante presión de saber que todo había cambiado en su vida. Su decisión de regresar había sido dura. Había pasado años
rabajo, pero más profundo que eso, un asunto personal que, de alguna forma, la había estado esperando en cada rincón de su mente desde que decidió irse. Este regreso no
er sus pertenencias, todo mientras pensaba en los días que siguieron a su partida, en las razones por las cuales nunca había v
o la misma, Ana había cambiado. No solo físicamente, sino emocionalmente. Había aprendido a dejar ir, a seguir adelante, a ser exito
da calle, cada rincón, estaba cargado de recuerdos que no podía borrar, aunque había intentado borrar todos aquellos detalles que la conectaban con ese capí
ultora de operaciones la colocaba en una posición privilegiada, pero también en el centro de un juego de poder que le resultaba tanto familiar como
bre que había dejado atrás, el hombre que había sido su todo en su momento, pero al que abandonó sin miramientos. El que alguna vez amó, pero que ella desechó porque su futuro parecía más
fuerza de un tren cuando vio su nombre en los documentos de bienvenida de la empresa. El que alguna vez fuera su novio, el homb
cara con él. No estaba preparada, pero ¿quién lo estaría? En algún rincón de su alma, todavía guardaba el peso de las decisiones equivocadas. Y ahora, ese mismo hombre que había d
nsaje. Era de su jefe inmediato en la empresa
uipo. Nos vemos a
e todo lo que necesitaba era dinero y seguridad. Ahora era una mujer que había aprendido, a través del tiempo y de la distancia, que el éxito no lo era todo. No era suficiente. No lo había sido en
tan simples. Nada en
egló con la misma meticulosidad que siempre, el cabello bien peinado, la ropa cuidadosamente elegida para causar una buena impresión, per
o transcurrido aumentaba la ansiedad en su pecho. Estaba a punto de encontrarse con Lucas de nuevo. El hombr
vando la imponente entrada del edificio. Un edificio que había sido construido con el
omenzar la siguiente etapa de su vida, y con ello, el capítulo más complicad
ación, entró