ser, el jeque. Mi matrimonio fue arreglado desde mi nacimiento, por esa razón dejé los negocios a un lado, ya que hoy firmaremos el nikah, (el acuerdo matrimo
a, llegue al castillo y mi familia me recibe con los brazo
ómo estás? ¿Qu
sa que podría encontrar en Arabia saudita. Aunque se notaba, ella estaba algo insegura de esa unión porque somos musulmanes, pero nos han educado de manera flexible por los continuos viajes que realizamos, eso quiere decir que somos un poco liberales con las costumbres, pero la familia de Amira es muy tradicional. Tanto así que no permitieron noviazgo, ni presentaciones previas a la boda, otro tema es que ella se cubre de pies a cabeza y yo estoy acostumbrado a ver a las mu
era un hombre ocupado que vivía viajando por ser un jeque. Estaba muy nerviosa porque toda su vida había sido preparada para ser la esposa perfecta del jeque y quería cumplir con las expectativas para que su familia se sintiera orgullosa. También deseaba un matrimonio armonioso, lleno de amor e hijos, le pedía a allāh todos los días que la bendijera la noche de bodas con un embarazo. Mi madre no para de repetirme mi
iciar la ceremonia) comenzamos a conversar sobre los términos y condiciones, es un momento muy serio, así que mi padre aprovecho para exponer algunas inquietudes que quería dejar por escrito. Cosa que me sorprendió porque yo no había pensado en esos pequeños detalles como ¿qué pasaría en caso de infidelidad, falta de hijos o problemas de convivencia que los llevaran al divorcio? Solo me había p
y en presencia de la ahora jequesa. Ya que en nuestra religión se hacían siete festejos cuando las personas se casaban, pero él, Baba de Amira, no acepto, así que solo
n casa todas las chicas comenzaron a zaghareet. (Es un grito tradicional que se usa en bodas y celebraciones) y fue así como comenza
y el otro porque es menor que yo y no sabe del matrimonio. No me quedo más que llamar a earaab (mi padrino) él es mi mejor amigo y guía, él me dijo que debía darle tiemp