El Corazón Traicionado Regresa
menzó a crecer en mi mente. La desgracia que nos había caído encima era demasiado precisa, de
uando decidí b
e, llorar en su hombro. Cuando llegué a su c
perfecta, luminosa. Había perdido el peso extra que siempre la acomplejaba y su ca
dijo, aunque no parecí
hablar," dije,
na insuficiencia cardíaca congestiva hacía dos años, estaba podando unas rosas sin esfuerzo aparente. Su madre, diabéti
tartamudeé. "S
no era cortante. "Los médicos no se lo
uyos sanos. Mi vida en ruinas, la suya floreciendo. Y todo h
mi voz temblaba. "¿Cóm
iró con un desprecio que nun
nas y la gente como tú... bueno, recibe lo que merece. Siempre has sido tan
o, con sus acusaciones resonando en mis oídos. Estaba tan aturdid
El dolor.
nes, cómo habían encontrado la cámara en una tienda de antigüedades y habían leído la pequeña nota con las instrucciones. Cómo habían planeado dármela, sabie
e Elena me saca de mi
dar ahí todo el día co
A mi fiesta de cumpleaños. La mús
do la cámara en su caja. "Pero ya
. "Elena y yo te llevamos. No puedes
aldad. "Estoy bien. Además, traje
a. Necesito pensar
más largo de lo normal. "Los quiero muc
nura. "Y nosotros a ti,
o por la cintura y le susurra algo al oído. Ella ríe y le da un golpecito juguetón en el pecho. Su complic
quiv
lave. Me recargo en ella, respirando profundamen
instantánea, idéntica a la que me dio Elena, pero de color negro. La compré hace una
a otra sobre la mesa. La azul pastel,
e sirve frío. Y el mío está a