La Esposa que Resurgió: Una Nueva Identidad
apogeo. Como siempre, yo, Elena Garcia, estaba al lado de mi esp
año era
a regresado de Argentina después de siete año
roto la paz de
interrumpió la música. Sofí
taba a su lado. La levantó en brazos sin dudarlo
lleno de invitados, que empe
la. Estaba acostumbrada a los desplantes de mi suegra,
anos" , me repe
ión pública era
rte" , dijo mi suegra, Isabel,
miró co
nsas ayudar? Ve
í en s
ándole con cuidado la bolsa de hielo en el tobillo. Ella le aca
re estás aquí para cui
u expresión no mostró culpa, solo u
una manta para Sofía
al, como si estuviera
Sofía, sentada al lado de Máximo, se compo
l estómago y una o
poco de aire" , d
par de esa atmó
ijo Máximo, haciendo
detuvo, agarrá
aquí conmigo. Me s
mero, pero sus ojos me lanz
ervino de
te necesita. Elena puede
letamente sol
ejo amigo de la universidad de Máxi
mo Castillo. Recuerdo cuando estaba loco por Sofía. ¡
í, in
han sido m
a, demasiado ebrio p
Pero ella se fue con su hermano. Pob
el mundo s
ado justo después de que Sofía se
me había hecho. Las mismas palab
n imperio, Elena.
huecas, un eco amargo de un
la primera opción. Fui
monio se derrumbó en ese instante
Sofía. Él le susurraba algo al oído y ella
erfecto para el público, pero para
astillo de naipes, y la llegada de Sofía había si