La esposa consentida del jefe De Falco.
zi
ittle Italy, Chicago,
chi, el hijo del capo elegido por la familia De Falco para llevar sus negocios en Chicago, a Vico Ricci, uno de los enca
onsistía en golpear, con todas mis fuerzas, el abdomen de Vico, mientras este colgaba boca abajo del gancho que hab
ran fieles a la familia De Falco, hice mi trabajo con el máximo rigor, golpeando el estómago de Vico en lugares que sabía que le dolerían treme
ndido lo que le he dicho."- me dijo Cosimo el mismo idioma, tomándose su copa de vino, mientras veía, sentado cóm
no, interpretando el papel de fiel servidor, q
, el Capo Fuko Bianchi, padre de Cosimo, el jefe máximo de la familia, y el que había jurado le
is cuñados, esposos de mis hermanas mayores, Piero Bruno, y Renzo Caruso, para conocer, servir y ganarme el respeto los representantes máximos de mis aliados, en las diferentes familias que controlaba mi padre, sólo mis cuñados había podido p
familiares, dentro de la familia De Falco, que no desean que el único hijo, de veintinueve años, de
es familias, y ya podré volver para reclamar mi puesto como futuro Don De Falco, esperaba que mi padre aguantara las presiones a las
subjefes, de Cosimo, cuando tras "renegociar", de forma ventajosa, el nu
o, déjame acompañart
desde que vinimos a la familia, aunque es leal a tu padre,
s, y fieles que había a la familia De Falco, el padre de Renzo era Consigliere actual, óseo consejero,
ayores Gia y Nicola, aunque a pesar de las presiones de las familias, para esos matrimonios, ellos amaban sus esposas, y ellas a ello, tanto es así que ya era tío de una sobrina, una pequeña princesa, de dos años l
de la familia De Falco le caiga encima."- les dije dirigiéndome al baño, para lav
gra, ósea ningún ejecutor que se precie, visitaba a su Capo sin estar
ra, hecha a medida, por el sastre de la familia Bianchi. Tres minutos después
el apellido falso con el que todos me han conocido
en cuanto entraba en algún lugar nuevo, que no conocía, mi rutina siempre era la misma, analizar t
on una ligera inclinación, al comprobar que n
que hoy quiero cenar vrasciole."- dijo el Capo Fuko mostrándose sonriente y tranquilo, mientras yo sentía la nostalgia, al oírlo,
cambió a una más respetuosa, y solicita, levantándose de s
De Favio"
para que se relajara, mientras me servía una copa de v
, algo muy típico de mi padre, ese hombre creía que el internet, los smartphones, y los ordenadores, o
de leerlas, hacía ya casi cuatro m
aquí tiene una llave de repuesto, para que pueda salir. Me despido, señor De Falco."
lo de siempre, el refuerzo de recordarme mis obligaciones con familia, y sus negocios, que se
de la carta la que
quedan tres, y las visitaras después de que asumas tu cargo como Don, son familias que siempre me han sido leales, así que no tendremos problemas con ellos. Quiero que este último año te dediques a crear un plan de acción que presentara a todas las familias, para cuando
nto a mis cuñados, hacia un lugar desconocido, donde pasaría el último año, fuera de mi hogar, prepar
eva era que tenía como Don, así como programar como ejecutarlo, fue una tarea titánica, que me dio muchos dolores de cabeza, sobre todo porque hubo filtraciones sobre mi regreso, y los enemigos