Adiós, Tía: Mi Vida Cambia Ahora
egó dos mes
go de la Secretaría de Cultura y el nom
nda la viera y la guardé en mi mochila. Esperé hasta que ella
n el sobre en la mano
Pensé que la carta de la univers
erraron al leer el remitente. Lo abrió con una v
arta de a
credulidad, luego con una furia que tra
voz peligrosamente baja. "
uceé, retrocediendo un paso, asegurándome de e
alto. El sonido de la telenovela fue ahogado
o de reaccionar. Agarró el cable de l
lda. El dolor fue agudo, quemante
e irías! ¡Te dije
hebilla de un cinturón de cuero que se quitó con furia.
me d
erdón, tía! ¡Por favor, para!
s marcas rojas y los verdugones que empezaban a formarse fueran claramente vi
e detuvo, jadeando. Ti
su aliento apestando a café y rabia. "Nu
, temb
arrastré hasta la mía. Apagué la grabación y
portante. La pieza c