Traicionada por Mi Escudo
ombre Gallardo era
raigado como los olivos q
sangre y la arena, criando los to
andro Gallardo, conocido en los círc
y letal como las bestias
Montoya, n
onto lo
una sola regla, una devoc
a a una
a Ri
a hiciera derramar una sola lág
, pero todos en nuestr
s la t
a era provoc
s era mi h
re metió en casa apenas un mes
a de ángel y su a
ejandro Gallardo protegía
rtía mi vida en
da mirada, podía
estalló por
el último regalo de mi madre,
ncontró en
artió
una cena familiar, la llamé ladrona y
dos hombres me met
abandonado, un lugar qu
a fusta, me destrozaron l
laora se rompió ju
, busqué con la mirada al úni
silencioso y duro que había
lla
yúd
uestradores se
dro, ¿qué hacemo
nte, el mund
ctor. Mi
se convirti
Mi única rebel
ición, cuando Alejandro, "El
cómo lo contr
hace tr
se habían puesto completamente
raña en mi propia
aba pro
ba a alg
imera vez en una pele
eado por t
asustado, s
de pelear, delgado pero ll
ro y los ojos osc
riz casi invisi
dad, su aura de p
lobo solitario e
hombres
respirando con dificultad
ace
eas
miró, sin
das. Te pagaré el triple
n contrato,
n era yo realmente,
a acercarse a la ca
dijo
intió u
seco, d
jo, convirtiénd
r, mi pr
creía que me guar
olo guardaba
nté ace
o de ganar el Concurso Nacional de
ra, cómo sentía que ella había mata
hermano,
u silencio hab
stúpi
salvaje que había
un techo, un s
ca pude
istancia, un muro de f
a todas partes, pe
s de mí, busc
al, me
entar busca
aba con su
tuviera a salvo físicamente,
acto sil
a mi
su ta
flexión fue un
do deslumbrante, actuando c
tar a mi lado, no le qu
go que nunca me ha
ión. De
que algo iba a sali
la mujer que yo más de
sonal estaba a
comenzaron
de la humillación del abanico
n "acc
esionadas que me impidieron toc
spital, con una expresi
sosp
ncidente en
a y leal, ridiculizó a
nte, mi amiga
ués, encerrada en la bodega
zada, te
claust
su miedo. Fue un
empezó
o está obsesionado
y frágil, y con una he
Gallardo haría cual
rtió en una sa
la bruj
igos empezar
lama
ado. No te met
andro, es peligro
uedé
urmiendo bajo mi mismo techo, conduc
inal fue l
i madre. Mi legado, mi únic
la enc
mó delan
o tu madre", dijo, c
el c
la cara, le arranq
o que había guard
atarsis m
tencia d
s hombres de Alejand
varon a u
a ese cortij
on a un
ero, golpearon mis to
otra
dica
el crujido
tan intenso q
rté, estaba
ngre y lágrimas
hombres
o que le diéramos una lecc
e volverá
í, no volverá a cami
lpeó con la fue
jan
rdaesp
había contratad
a
había
un teléfono
o barato,
llama al Señorito. Pídele pe
humillac
en la cara que mi vida
al hombre que me
el te
laba en la oscur
staban roto
odría habe
haber m
no lo
uera, fumando, esperando
ron en
, en el suelo
re. En su baile
e y en mi herman
ofía, la u
El monstruo que habí
uro de mi corazón, había empezado
anza se secó
edaba
vacío
que mi única sal