Fuga a Buenos Aires: Salvar a Mi Bebé
pequeño hotel en la costa, un lugar anónimo donde nadie me conocía. N
levisión andaluza. Un esposo desesperado, suplicando por el regreso de su amada esposa embara
ntraron en menos de
ión del hotel, su rostro era una
or qué? Me has teni
me quedé rígida. No le creí. No d
oyas, incluso una pequeña participación en mi pastelería favorita de Sevilla, un sueño
ntras estábamos sentados en el balcón de nue
do. No quiero una cesárea
e desvaneció
e una cesárea programada es lo más seguro par
erpo, Javier.
ndose dura como el acero. "Y yo solo quiero
fue su prioridad, solo la conveniencia de su engaño. En ese momento, cualquier
Tienes razón. Lo q
mi interior, la decisión ya estaba tomada. No iba a ser